Como se recordará, el padre ya fue enviado a prisión el pasado sábado pero ella estaba siendo ingresada en un centro hospitalario de Llíria hasta que el magistrado le ha tomado este domingo declaración y ha dictado el auto de prisión. A los dos se les acusa de dos delitos de asesinato.
Los cuerpos fueron localizados enterrados de forma separada muy cerca de la casa donde vivían en dos espacios distintos, uno a unos 75 metros y el otro a aproximadamente 150 metros.
Las pesquisas de la Guardia Civil se centraron en un principio en los padres ya que los mismos ofrecieron versiones muy inconsistentes y contradictorias. El padre, desde un primer momento culpó a su mujer de la muerte de los pequeños, aunque también incurrió en numerosas contradicciones. Al parecer, la pareja tenía constantes discusiones y enfrentamientos. Los progenitores vivían en una casa ocupada y los niños solían estar desatendidos.