El director de la Oficina Balear de la Infancia y la Adolescencia (OBIA), Serafín Carballo, ha reconocido este jueves en el Parlament que durante las reuniones mantenidas con los educadores de los centros de menores, la Fiscalía y la Policía percibió un "sentimiento de impotencia" ante las fugas de menores, al tratarse de unas circunstancias que, según ha indicado, "les desbordaban".
Durante su comparecencia en la Comisión de Asuntos Sociales, Derechos Humanos y Deportes, solicitada por el grupo parlamentario El PI, Carballo ha explicado que desde que asumió el cargo hace tres años pudo constatar "la gran preocupación" que había entre los agentes implicados, si bien ha reconocido que cada uno de ellos "esperaba que la otra parte hiciera más".
"Cuando me reuní con la Fiscalía me dijeron que los centros de menores tenían que implicarse más, los educadores pensaban que era la Policía quien debía priorizar el alto riesgo, y las fuerzas de seguridad aseguraban que la responsabilidad iba más allá del centro y que debían irlos a buscar, como haría su familia", según ha explicado.
El director del OBIA ha destacado que en febrero de 2017 hubo un "número preocupante de salidas no autorizadas", concretamente 115, de las cuales 24 se prolongaron por espacio de más de 24 horas; en octubre de 2019, fueron 19 las salidas; y en enero de 2020, un total de 11. Carballo ha remarcado que "ha habido un descenso significativo fruto del trabajo realizado".
"BOMBAS A PUNTO DE EXPLOTAR"
El responsable de la Oficina ha explicado que con las fugas se producía un "efecto contagio y poderoso" de unos menores que "lideraban y tiraban unos de otros para huir de los centros y no volver. Esto sucedía, y veíamos que nos encontrábamos ante una nueva tipología de menores adolescentes que llegaban a los centros".
En este sentido, ha indicado que estas instalaciones "estaban preparadas para tipologías no tan extremas y más normales", pero, siguiendo su argumentación, "apareció este nuevo colectivo de jóvenes nativos y expertos en redes sociales, seducidos por marcas, idolatradores del lujo, con sexualidad precoz y, a veces, promiscua, y algunos de ellos víctimas de abusos sexuales o de haber protagonizado violencia filioparental".
Según sus palabras, se trata de niños que "habían jugado con la exposición de su cuerpo en redes sociales, buscando la aprobación y los 'likes', y que jugaban a ser adultos. Eran conscientes de su poder, incluso llegando a mercantilizar su cuerpo; eran, en realidad, bombas a punto de explotar".
En este sentido, ha asegurado que este tipo de menores "no se dejan proteger" y que "quieren huir de las rutinas diarias y de las normas y obligaciones por valentía o sentimiento de libertad". Al mismo tiempo, Carballo ha añadido que este comportamiento continúa representando "un reto en los sistemas de trabajo socioeducativo y, por ello, los centros impulsan procesos de formación externa y cambios estructurales".
"TRAS LA CRISIS ECONÓMICA, EL SISTEMA SE HA PRECARIZADO"
Además, ha expuesto que, a partir de la crisis económica de 2008, el sistema de protección de menores "se ha precarizado" al producirse "recortes importantes, falta de inversiones, imposibilidad de contratación estable y contratos de interinos generalizados".
A su juicio, todas estas circunstancias "han condenado al sistema a una situación de precariedad y inestabilidad que ha perdurado demasiado tiempo y no ha favorecido la creación de condiciones organizativas y estructurales más adecuadas para hacer frente al problema que se nos venía encima".
En este punto, también ha hecho referencia a la contratación de personal en el Institut Mallorquí d'Afers Socials (IMAS), y ha dicho que su sistema "hace posible" que se puedan incorporar profesionales que "no cuentan con la especialización necesaria".
Con todo, Carballo ha destacado que para el OBIA ha sido "una obsesión y una prioridad" la conexión entre las fugas y la explotación sexual de menores, desde el principio. Asimismo, ha señalado que la Fiscalía y la Policía "han trabajado a fondo hasta dejarse la piel", incluso con "limitación de recursos". También ha destacado el papel de los centros.