No deja de sorprenderme la visión que tienen algunos. Se conforman con ser líderes de uno de los cuatro grupos de Segunda B y uno de los accionistas, Stuart Holden, se extraña de que, pese al 4-0 infringido al Llagostera, el entrenador programe una sesión de media hora de vídeo del partido. ¿A quién se creen que han ganado y qué piensan que es esta categoría?.
La parroquia está feliz. Aquí no ha pasado nada. Lo mismo da jugar contra el Madrid que frente al Badalona, que casi dos gradas enteras del estadio tengan que cerrarse por falta de quorum, si total a lo que vienen los dueños, por orden de aparición, es: Robert Sarver a comprobar el estado del cesped de Son Moix y por qué Molango tuvo tantas dificultades para encontrar presidente teniendo a los Nadal, si los de Manacor, tan cerca; Andy Kohlberg para hacer escala en viajes de turismo por Europa, ya que a través de la Champions lo vamos a tener difícil; Stev Nash a jugar unas pachanguitas con los chavales que eso siempre mola, si bien el equipo se desplaza este fin de semana y no podrá echarse unas canastas en el parking del estadio que, por otra parte, cuesta a cinco euros la plaza.
Nada que objetar. Si con eso la afición que queda se lo pasa bien, pues adelante con los faroles. No huyamos de la realidad.
