Desde el inicio de la crisis económica se han disparado el número de desahucios y embargos. Para muchos la ilusión de tener una casa se ha acabado convirtiendo en una pesadilla. Compraron a precios desorbitados, con tasaciones surrealistas y firmaron unas hipotecas que hoy difícilmente pueden asumir. Y cuando se deja de pagar ya se sabe: el banco embarga la vivienda y si la subasta de la misma no cubre la deuda, toca responder con el patrimonio personal. Ahora la sentencia de un juez de Navarra, que considera que con la devolución de la casa la deuda está cubierta, ha vuelto a poner sobre la mesa el eterno debate sobre si es necesario cambiar la Ley Hipotecaria e incluir el pago en dación como en EE UU, donde si no pagas entregas las llaves y listo. Empiezas una nueva vida desde cero y sin una deuda. Por supuesto los bancos y cajas españoles -en gran parte culpables de la situación que ahora vivimos- han alzado la voz y han dicho que de ninguna manera, que ese cambio “supondría el colapso del sistema financiero español”. Pero ¿qué ocurriría si se cambiara la Ley? ¿No sería un excelente correctivo para la banca y para el consumidor? ¿Una manera de impedirles que vuelvan a dejarse llevar por la fiebre inmobiliaria? Si se introdujera la dación en pago en el sistema español seguramente los bancos endurecerían las condiciones del crédito. Al ser más exigentes a la hora de conceder hipotecas, acabarían aprobando menos y probablemente éstas sólo cubrirían una parte del importe tasado, nunca el 100%. Por otro lado, este cambio serviría también para que esas tasaciones fueran más realistas e incluso podría favorecer la bajada del precio de la vivienda. Sin embargo, a día de hoy, parece muy difícil -por no decir imposible- que se cambie la Ley Hipotecaria. El Gobierno no está por la labor por mucho que el New York Times considere que nuestro actual sistema supone una “condena de por vida”. Basta recordar que hace unos meses el Congreso rechazó la propuesta que en este sentido hizo CIU.
