Hace años llegábamos al colegio electoral aireando la papeleta que íbamos a introducir en la urna. Nos daba completamente igual que nos vieran o no, porque por aquel entonces, uno no se avergonzaba de que todo el vecindario se enterara de cual era el partido politico que mas nos convencía. En lo mas recóndito de cada uno quedaba un ápice de sentido común y en casi todos algún nombre en la lista electoral que nos inspiraba cierta confianza, aunque estuviésemos completamente equivocados.
Aqui en las Islas los hay que se jactaban no de votar al P, sino de votar a Matas y otros votaban directamente a Munar sin saber a veces ni tan siquiera las siglas del Partido al que representaba (aunque en este caso cometo un craso error al decir “representaba” porque Munar era el Partido).
Del mismo modo que en Catalunya hubo una época en la que se votaba a Pujol, en Valencia a Rita Barbera y en el Pais Vasco a Arzallus.
El equivalente en el Partido Socialista seria sin duda el voto a Felipe Gonzalez.
Han tenido que levantarse muchas alfombras hasta llegar aquí, este punto exacto en el que nadie tiene ni la más remota idea de como desenredar la madeja, ni los que votamos, ni mucho menos los “elegidos”.
Ir a votar hoy es como llevar un cirio encendido a nuestro Santo preferido suplicándole que sepan hacer uso de tamaña responsabilidad y que de una vez por todas pongan la maquinaria en funcionamiento.
Es curioso observar como ahora ya no queremos que nadie vea a quien votamos. Se ha producido un cambio sustancial respecto a elecciones anteriores y son muchos los que ahora utilizan las cabinas y se esconden tras las cortinas para introducir su voto en el sobre agarrandolo con fuerza despues como si de su tesoro se tratara. Uno mete el sobre ahora en la urna con el peso de la responsabilidad sobre la nuca, convenciendose a si mismo de que no habia mas donde elegir y que quizas no lo hagan tan mal esta vez. Ahora votar nos convierte en mas responsables que nunca, en colaboradores necesarios del desaguisado que pueda producirse despues. Antes el responsable claro era ese al que votabamos, sin conocer apenas las siglas de su Partido, ahora en cambio, cuando se ha puesto de manifiesto de forma reiterada, la mediocridad de los actuales lideres, corremos el peligro de que cualquier dia de estos nos den la culpa directamente a nosotros, en cualquier debate televisado.