De hecho, según Truyol, el trabajo que desempeñó durante la anterior legislatura como presidenta de la empresa municipal Emaya le "avala", dado que "nadie entiende que se lleve a juicio a quien más ha hecho por evitar los vertidos".
A pesar de que ha admitido que en el aspecto personal se trata de una situación complicada, Truyol ha insistido en que afronta el proceso con la tranquilidad de saber que "los hechos, los proyectos y la documentación presentados durante la investigación muestran de manera clara el trabajo llevado a cabo al frente de Emaya".
NIEGA QUE LA ACUSACIÓN CONTRADIGA EL CÓDIGO ÉTICO DE MÉS
La edil ha negado, en todo caso, que la acusación contradiga el código ético de su partido, que le obligaría a dimitir si fuera investigada por corrupción o por un delito contra los ideales de Més. En este sentido, ha recordado que no está acusada de corrupción y que, precisamente, si algo ha hecho ha sido tomar medidas para proteger al mar de los vertidos.
Igualmente, la regidora ha mostrado su sorpresa por el hecho de que, a pesar de "ya se sabía", antes de 2015, que se producían vertidos en la bahía de Palma, la investigación y la acusación se centren únicamente en su etapa al frente de la empresa pública. Aunque no ha entrado a valorar la motivación de la Fiscalía a la hora de confirmar la acusación, sí ha recordado que la denuncia la presentó "una persona vinculada a la derecha" cuando se aprobó el decreto de posidonia.
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