Los propietarios de las terrazas del Passeig del Born de Palma alcanzaron la fama y el reconocimiento popular porque en diciembre de 2015 le ganaron a Cort por goleada el referéndum sobre la permanencia de dichas terrazas en el tramo central del paseo. Tras 5 meses de aparente tregua, de buena marcha de los negocios, de muy buenas cifras de turistas en la capital balear, da la sensación de que a alguien le quedó 'mal cuerpo' por aquella goleada. Ayer mismo, el Ajuntament de Palma comunicó por escrito a los empresarios de la zona que con motivo de la próxima edición de la Fira del Llibre tendrán que dejar libre el espacio que ocupan sus terrazas durante un periodo de 20 días. La Fira durará 10 días, la mitad.
El Born de Palma recuperará este año una Fira que, tras deambular por distintos escenarios durante 4 años, vuelve a su emplazamiento más tradicional, exitoso y justo. Los empresarios de las terrazas ya mostraron en su día a Cort su buena disposición a cesar esa parte de su actividad durante los días que durara la Fira del Llibre. Sin embargo, no hay que dejar de observar algunos detalles importantes.
Llaman la atención detalles como que, a pesar de que la vuelta de la Fira del Llibre se anunció hace dos semanas a los medios de comunicación, la notificación oficial de Cort a los empresarios de las terrazas no se ha comunicado hasta ahora. Y, segundo, se advierte que deben liberar la zona sólo 3 días antes de la fecha dictaminada para que se vayan. ¡Y eso que habían mostrado buena disposición!. el viernes 20 de mayo, Aurora Jhardi quiere el Born libre de terrazas.
El caso es que la Fira del Llibre dura 10 días y las terrazas deben desaparecer durante 20. La causa esgrimida no es otra que "el tiempo de montaje y desmontaje de los stands".
Cualquiera puede acabar comprendiendo que esos cuatro empresarios ven en todo esto la venganza fría de Aurora Jhardi por aquella victoria en las urnas. Todos, uno tras otro, aseguran conocer empresas que no necesitan 5 días para montar la Fira y 5 días más para desmontarla.
Si nadie pone sentido común y suaviza este abuso, todos los trabajadores que dan servicio a esas terrazas que estos días están a rebosar ya saben que deberán coger vacaciones obligatorias durante esos 20 días. Ya no pueden elegir vacaciones. Las habrán consumido todas a primeros de junio.
También pueden aparecer los que digan que para 20 días que dejan de hacer caja, que se aguanten. Por supuesto. Los mismos que piensan que Palma se va a saturar este verano y que sobran turistas y, por tanto, empresarios locales que acojan ese turismo y que paguen aquí sus impuestos y reinviertan aquí sus beneficios.
