La unanimidad entre toda la clase política para pedir que los bous de Costitx regresen a Mallorca desde su actual ubicación en el Museo Arqueológico Nacional en Madrid, es altamente demostrativa del consenso político y social por recuperar estas piezas emblemáticas de la época talayótica. Es bueno que al menos en esto haya acuerdo entre todas las fuerzas políticas con representación en el pleno del Consell de Mallorca, porque últimamente no se ponen de acuerdo en nada, por lo que hay que felicitarse que al menos en esto todos concuerden.
Sin embargo y siendo realistas, las posibilidades de que la demanda del Consell de Mallorca prosperen, son escasas. No será fácil que el Ministerio de Cultura renuncie a tan valiosas piezas y, desde luego, no es relevante que haya unanimidad o no, porque lo que desde Madrid se pone en valor no es la demanda social, sino la conservación y la mayor difusión de las piezas.
Y es que son pocas las piezas de precisado valor histórico y arqueológico que están en su lugar de origen o próximas a él, porque la proximidad a su lugar de descubrimiento no es un criterio relevante a efectos científicos. Y a fin de cuentas, si desde Madrid se insiste en conservar los bous de Costitx allí es porque se les otorga gran importancia. Y eso sí que es lo verdaderamente capital