Una veintena de agentes de la Policía Nacional trabajan para identificar al pirómano que ha calcinado decenas de contenedores en Palma durante los últimos meses. La preocupación por parte de los responsables municipales es máxima, después de que hayan ardido casi 300 contenedores entre el año pasado y lo que va de este. No todas las acciones son atribuidas al mismo pirómano, pero sí las más dañinas y peligrosas. Los agentes, en buena parte desplazados desde fuera de las Islas, consideran que se trata de "un profesional" que sabe perfectamente dónde actuar y evitar lugares en los que pueda haber cámaras de vigilancia.
Los daños causados por los reiterados incendios de contenedores son cuantiosos, no sólo por lo que se refiere al material de Emaya, sino por los desperfectos ocasionados en vehículos cercanos y fachadas de viviendas. Por ello, la Policía Local de Palma ha extremado las patrullas por zonas propensas a este tipo de acciones y ha recurrido a refuerzos de la Policía Nacional. La identificación del peligroso pirómano se ha convertido en una prioridad para los responsables municipales.
La última acción del pirómano de Palma se ha producido en la madrugada de este mismo jueves, con el incendio de hasta seis coches y una decena de contenedores. Los hechos se han producido en la calle Miquel Marqués de Palma, a la altura del número 21, donde se han calcinado una batería de seis contenedores y un coche. A unos cien metros de ese punto, frente a la Iglesia de San Alonso Rodríguez, se ha producido otro ataque con la destrucción de una batería de contenedores, que ha ocasionado daños a cinco coches.
