El comité de empresa y los sindicatos de Serveis Ferroviaris de Mallorca (SFM) han convocado una huelga que obliga a anular 39 trayectos los días 16, 18 y 19, que suponían básicamente los refuerzos especiales de Sant Antoni y Sant Sebastià. Los motivos del paro son que tras la desconvocatoria de la huelga del mes de octubre, la empresa no ha cumplido con lo pactado con los sindicatos, por lo que han decidido convocar esta nueva huelga como medida de presión a la conselleria de Territorio, Energía y Movilidad del Govern. Las reivindicaciones de los trabajadores son básicamente la descongelación salarial, el sobresueldo de determinados directivos y la recalificación para que haya más maquinistas.
Todas estas demandas están muy bien, pero resulta lamentable e inadmisible que los sindicatos de SFM utilicen a los usuarios del ferrocarril como rehenes y boicoteen los servicios especiales para atender el pico de demanda que generan las revetles de Sant Antoni y Sant Sebastià. Sin embargo, no toda la responsabilidad recae en los sindicatos, porque nada menos que un Govern de izquierdas es el que está siendo acusado por el comité de empresa de incumplir lo que se pactó en el Tamib en octubre del año pasado. Es hora de que la paz social llegue a la SFM.
