1 de mayo, cinco de la tarde en Es Marqués, en la Colònia de Sant Jordi. El hotel ubicado sobre la apacible playa organiza una clase de zumba en la terraza y coloca grandes altavoces dirigidos hacia la costa haciendo que la música retumbe por toda la zona. ¿La isla de la calma?
Hay quien se suma a la fiesta desde la toalla, otros que pasan y alguno que se queja. "Se supone que es una playa tranquila. Venimos buscando relax, no una discoteca", lamenta un turista alemán que pasa el día en la playa de Es Molí de s´Estany.
Desde junio de 2017 la zona está declarada Parque Natural Es Salobrar-Es Trenc, lo cual comporta una especial protección medioambiental. Entre las medidas: chiringuitos más pequeños, desmontables y de autoabastecimiento energético y la prohibición de "cualquier actividad que comporte una alteración significativa de los hábitats y las especies del Parque".
Sin embargo, desde la conselleria de Medi Ambient especifican que el establecimiento hotelero está ubicado en zona urbana y por tanto, los ruidos, en este caso, no son competencia suya sino de Ses Salines. Así, cualquier queja se rige por la ordenanza municipal.
