Si algo de vida le queda al Mallorca, ese mínimo soplo pasa por ganar, no vale el empate, al Córdoba, el sexto peor equipo de la categoría como visitante. Lejos del Nuevo Arcángel ha exhibido su defensa más débil, con veintiséis goles encajados comparte la peor zaga con el Alcorcón, y ha marcado los mismos que el Mallorca, que precisamente no se distingue por su eficacia realizadora. No será un chollo porque ningún enemigo lo es, pero si no le ganas, algo que ya se hizo en el choque de la primera vuelta, de aquí a final de temporada quedan pocos a quienes puedas batir.
José Luis Oltra ha dejado bastante tocados a los últimos equipos que ha dirigido, un técnico que sabe tratar a todo el mundo menos al equipo que entrena. No es menos cierto que antes de sufrir su paso por el banquillo, Carlos González desarmó todo el potencial de una plantilla que echa de menos las ausencias de Florín Andone, Xisco, Fidel y Stankevicius, ¡casi nada!, unidas a la lesión de Deivid, uno de sus centrales. En resumen, es el mismo conjunto de la pasada temporada pero que ha ido claramente a peor.
En cuanto a los locales se hace notar antes la lista de no convocados que las de los dieciocho citados por Sergi. A los habituales, Dalmau y Saúl, sorprendente fichaje de invierno al que algún iluminado calificó de un gran acierto, se une otra vez Juan Domínguez, cuyo final de compromiso ha derivado en manfutismo y tristeza. No nos olvidemos de Oscar Diaz, repescado para viajar a Zaragoza y que parece no haber aprovechado el cuarto de hora que le dieron para reivindicarse, siempre a juicio del técnico. Se cae de nuevo Ansotegui, indiscutible para Olaizola y no entra Company. Cada maestrillo, con su librillo.
A partir del planteamiento previo, que cada cual saque sus conclusiones y dios reparta suerte, que ambos la van a necesitar.
