El aeropuerto de Palma de Mallorca desde la inauguración de la nueva terminal en 1997 no ha dejado de estar envuelto en polémica y en el centro del huracán, ya sea por deficiencias en la instalación, por problemas sobrevenidos o por las vicisitudes propias de ser la principal puerta de entrada y salida de Mallorca, con una cifra global de más de 22,6 millones de pasajeros el año 2012. Muy pocos viajeros asocian su paso por Son Sant Joan con momentos agradables. Dejando de lado el aumento exponencial de las tarifas de los vuelos interislas desde la desaparición de Spanair, el aeropuerto de Palma ocupa el puesto 19º de los que acumulan más retrasos en toda Europa, según datos de Eurocontrol. Como les viene informando mallorcadiario.com puntualmente, cada vez que hay una precipitación de lluvia importante, las goteras se multiplican y en el vasto suelo de toda la terminal brotan los cubos para recoger el agua, en una imagen muy impropia de un destino turístico moderno. Además, la cuestión del aparcamiento y de la recogida de pasajeros en llegadas también ha sido motivo de polémica en los últimos años. En primer lugar se produjo la prohibición de parada en el carril delante de la terminal de llegadas, obligando a todos los vehículos a entrar en el edificio de aparcamientos. Para evitar las críticas se anunció que todo vehículo tenía 30 minutos gratis para permanecer en el aparcamiento y recoger a viajeros y equipajes. Sin embargo, unos meses más tarde Aena modificó su normativa y comenzó a cobrar el aparcamiento desde el minuto 1. Más recientemente se anunció que los carritos portaequipajes dejarían de ser gratuitos y serían de pago por uso. Concretamente un euro por carrito. Aunque la medida se anunció en los principales aeropuertos de la red nacional aún no se ha implementado pero se estima que para la próxima temporada turística ya habrá que pagar. Los filtros de seguridad previos al embarque también acumulan numerosas quejas por parte de los usuarios. Y más concretamente los controles que deben soportar los viajeros residentes en el archipiélago en su tránsito hacia el aeropuerto de Eivissa o Menorca o hacia cualquier otro destino nacional. El PSIB y la formación econacionalista Més se han mostrado favorables a que se designe una puerta directa para los ciudadanos de baleares diferenciada de los turistas, para evitar las colas interminables en los filtros de seguridad. Esta propuesta lanzada desde mallorcadiario.com también cuenta con el apoyo del presidente del Cercle d’Economia, Alexandre Forcades. Otros representantes del Partido Popular han mostrado su conformidad con esta medida. El diputado de Més Antoni Alorda presentó en el Parlament hace pocos días una pregunta dirigida al conseller de Turismo, Carlos Delgado, para sondear la posibilidad de que en Sont Sant Joan y en el resto de aeródromos de Baleares se destine una puerta de control de acceso a la zona de embarque únicamente destinada para residentes. A la vista de la respuesta del conseller Delgado, cabe la posibilidad de que Més presente una proposición no de ley al respecto. Una vez pasados los filtros de seguridad y accedido a la zona de embarque de la terminal, planta 4ª, forzosamente los usuarios deben pasar por dentro de una tienda Duty Free repleta de exhibidores de perfumes, cigarrillos y licores, como puede apreciarse en la fotografía. Es esta una muy agresiva política comercial con la que muchos viajeros están disconformes. Como se ve, el aeropuerto de Son Sant Joan tiene un amplio espacio donde mejorar y adaptarse mejor a las necesidades de los usuarios que se ven obligados a pasar por sus instalaciones. Puede ser un aeropuerto mucho más amigable. La pregunta que hay que hacerse es ¿querrán sus responsables que lo sea?
