Un poquito de por favor

Así de sencilla es mi propuesta para el nuevo año que nos viene. Desde esta columna reivindico lo obvio, lo natural, lo que nunca debió de dejar de ser, como pedir las cosas con educación, hablar con respeto, debatir con profundidad y no con agresividad, tener un mínimo de empatía…

“I Have a dream” . Yo también tuve un sueño, bueno, más bien varios. Soñaba en cosas menos profundas que el Dr. King, pero que me hacían la vida un poco más feliz. Se las enumero:

1er Sueño: entraba a un ascensor daba los buenos días, y la mayoría me contestaban, sin las expresiones típicas en sus miradas de “vaya pesado, dar los buenos días, si yo estoy todavía dormido”.

2º Sueño: llegaba al gimnasio, daba las buenas tardes y me despedía con un hasta luego, y la gente giraba sus cabezas y me respondían esbozando una sonrisa amable.

3er Sueño: veía como un señor/a mayor entraba en el autobús, y casi al unísono todos los jóvenes le dejaban sus asientos, incluidos los que jugaban a la consola.

4º Sueño: hacía cola en el cine, y veía como la gente que llegaba se colocaba ordenadamente sin intentar hacer la “cobra” vamos, colarse.

5º Sueño: conducía y alguien se metía en mi carril, dejando milímetros entre su coche y el mío, a punto del choque absurdo, ya que si se hubiera puesto detrás hubiese tenido sitio de sobra. Yo le pitaba recriminando la maniobra, y en vez de acordarse de mis muertos, alzaba la mano, en son de disculpa.

Ya ven lo soñador que un servidor puede llegar a ser, pero me desperté, y surgieron estas líneas. Como oirán a otros, con mensajes más grandilocuentes de fin de año, les dejo con mis pequeños sueños, que también espero que se conviertan en realidad en este 2015.

Feliz año nuevo, gracias por estar ahí.