Cuando ya se daba por hecho otro empate insípido en Son Moix, la última jugada del partido le da vida al Mallorca
El Real Mallorca gana 1-0 al Elche en la última jugada del partido y desata la euforia en los más de 12.000 espectadores de Son Moix. La lucha por la permanencia es un hecho después de conseguir por primera vez en la temporada dos victorias seguidas.
Si la convocatoria sorprendió por ser la misma que hace una semana, algo que no había sucedido en toda la temporada, la alineación titular no era menos llamativa al repetirse el equipo que salió a jugar hace una semana en Sevilla: Santamaría en la portería; Campabadal, Yuste, Pleguezuelo y Oriol en defensa; Vallejo y Culio en el centro del campo con una línea de tres por delante formada por Lago Junior, Moutinho y Angeliño, y en punta Brandon.
En este Mallorca repertir convocatoria, y después repetir once inicial, es casi un acontecimiento, aunque no es lo mismo jugar contra el Sevilla Atlético de visitante, que hacerlo de local contra el Elche.
El primer susto lo dio el equipo ilicitano cuando a los tres minutos Borja Valle estrellaba un balón en el poste derecho de la portería de Santamaría.
El jugador franjiverde se coló entre los centrales Yuste y Pleguezuelo para disparar al palo cuando la grada ya veía gol.
Ante un Elche muy bien ubicado en el campo, el Mallorca se hacñía con el conrol del balón auqneu sin profundidad, algo que no es nuevo.
La réplica, o casi réplica, ocurrió en el minuto 12 cuando una buena jugada de Lago Junior con pase de la muerte atrás acaba siendo córner cuando el remate cantado de Brandon lo interceptaba Iriondo enciando la pelota por la línea de fondo.
El segundo intento llegó en el minuto 19 a blón parado; libre directo de Moutinho que despeja el portero Juan Carlos.
Y prácticamente ahí muere la primera parte, tanto en un lado como en el otro donde las llegadas se tranformaban en barullos y poco más. Solo un tiro inocente de Brandon a las manos de Juan Carlos y la devolución del pase atrás esta vez de Brandon a Lago Junior, fue todo el bagaja de una primera parte que dejó tres tarjetas amarillas: para los mallorquinistas Pleguezuelo y Vallejo y para el jugador del Elche Túñez.
La última jugada de la primera parte levantó a los aficionados cuando tras una buena combinación el balón le llegó a Culio que de primeras lanzó un zurdazo que tocando levemente el poste de la, portería ilicitana se marchó fuera; fue la última jugada de la primera mitad.
Y de ahí al descanso de un partido flojito, con poca intensidad y con mucho miedo a cometer errores por parte de los dos equipos.
Tras el descanso, y sin cambios en ninguno de los dos equipos, ni uno ni otro se hacen con el control del juego, bastante errático en los dos equipos. Ni Sergi Barjuan ni el debutante Vicente Parras hacen que sus respectivos equipos cambien lo más mínimo la dinámica de la primera mitad.
En una jugada aislada, Angeliño puede establecer el uno-cero pero Juan Carlos despeja con el pie, y en el banquillo, el entrenador bermellón atacado de los nervios al ver que su equipo no acaba de dar el paso al frente que esperaba y sobre todo cuando en el minuto 15 de la segunda mitad el mallorquinismo se quedó sin aliento cuando el Elche estuvo a punto de inaugurar el marcador en un balón que milagroamente se marchó fuera en su remate.
Al minuto, Sergi toma la primera decisión destinada a cambiar en algo el partido y da entrada al delantero Óscar Díaz por un desacertado Angeliño. Díaz se sitúa en la media punta con Brandon por delante y cayendo Moutinho a la banda que ocupaba el sustituido Angeliño.
Con dos puntas, el equipo bermellón crece y el primer remate pasa cerca de la portería de Juan Carlos. Es el primer aviso de un Mallorca que quiere pero no puede.
Sergi no espera más y minutos después se prepara Lekic para entrar en el terreno de juego y reforzar más si cabe la capacidad ofensiva de su equipo.
A la vez entran Lekic por Moutinho, desplazándose Brandon a la banda izquierda, y Pelayo por Josete en el Elche en el centro del campo.
El Mallorca dinámico que ganó en Sevilla vuelve a ser el Mallorca errático que parece incapaz de marcar un gol que resuelva el partido.
El público, ya impaciente con su equipo, reclama un posible penalty a Lekic que el colegiado Figueroa Vázquez no señala, una acción que espolea al equipo mallorquinista a la media hora de juego de la segunda parte.
Las llegadas son todas sin remate o con remates como el de Yuste a la salida de un córner fuera. Un partido máss los temores deverse incapaces de ganar se apoderan de nuevo de los jugadores mallorquinitas que no saben cómo encontrar el gol que les dé la vida. Y no solo eso sino que es el Elche quien se apodera de la posesión de balón y fuerza dos saques de esquina consecutivos.
El tercer y último cambio de Sergi fue la entrada de Ansotegi por Vallejo, entre la necesidad y el recurso como último argumento a seis minutos, más el añadido, para el final.
Pero los milagros existen y en la última jugada del partido Lago junior consigue un gol esperanzador para soñar con la salvación.
