Un grupo de organizaciones sociales han llamado la atención sobre la degradación espeluznante que está viviendo la educación y pide un acuerdo suprapartidista para cambiar las cosas. En primer lugar, reconforta que alguien haya elevado su voz para intentar advertirnos de lo que es una evidencia hace ya bastante tiempo; en segundo lugar, es urgente que nuestros políticos incorporaran a sus programas electorales la actuación en materia de educación, con acuerdos, pero con eficacia; todos sabemos que es un problema muy complejo pero ¿sólo quieren asumir retos sencillos? El marco legal actual propicia que la educación sea el último refugio de los fracasados: ¿no consigues trabajo en nada digno? en la educación siempre hay un sueldo de por vida, con sólo aprobar una oposición que no garantiza nada. Esto, por supuesto, no se aplica a todos los casos. En este mar de baja competencia hay gente llena de ilusión y de valía que está totalmente ahogada en papeles, burocracia y lugares comunes. Pero el sistema se tiene que cambiar. La educación la deben impartir los mejores, los más competentes, los que de verdad quieran educar.
