A partir de hoy, tras la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado para 2017, los ciudadanos residentes en Balears que quieran trasladarse entre las islas por vía aérea pagarán únicamente el 25% del precio del billete, ya que la bonificación por residente pasa del 50 al 75%. Estamos hablando de que el precio por trayecto andará normalmente en torno a los 20 o 22 euros, frente a los 30 que viene costando actualmente. Una reducción considerable que agradecerán fundamentalmente quienes viajan a menudo entre las islas, muchas veces por trabajo u otra necesidad. Así pues, estamos ante una medida esencialmente justa, que viene a abaratar los vuelos interislas y por tanto, a mejorar la conectividad, y que previsiblemente favorecerá la movilidad dentro del archipiélago.
La duda que ahora surge deriva de las reticencias sobre el comportamiento de las aerolíneas que operan los vuelos interislas y de si aprovecharán maliciosamente la subida del descuento de residente para incrementar los precios, de modo que los pasajeros no acaben notando como deberían esta mejora. Frente a este riesgo, solo cabe instar a la responsabilidad a las compañías aéreas y a la vigilancia al Govern de les Illes Balears.
Por último, cabe hacer una reflexión sobre el origen de esta buena medida que a todos favorece. Esta es una demanda de Nueva Canarias cuyo diputado, Pedro Quevedo, exigió al Ejecutivo de Mariano Rajoy como contrapartida para brindar su apoyo a los Presupuestos Generales del Estado. Así pues, los baleares se benefician indirectamente de una medida exigida desde Canarias. Esto es algo que invita a meditar sobre el papel de los partidos nacionales a la hora de representar a los habitantes de la comunidad autónoma, pues un solitario diputado canario logra muchas más ventajas en materia de conectividad que los 8 diputados por Balears en el Congreso.