¡Vaya semanita más movida! La coincidencia de “Halloween”, Operación Triunfo y el retorno de Rajoy ha batido récords. Cada uno de estos espectáculos y diversiones goza de defensores y detractores, pero no se puede negar que existen ciertos elementos en común, por lo que podemos hablar de una nueva trilogía.
Las actividades típicas de la Noche de Brujas, además de noche de fantasmas, vampiros, demonios, niñas poseídas, momias, esqueletos y payasos diabólicos; son el famoso truco o trato, las calabazas iluminadas, las hogueras y las historias de terror. Es una celebración de procedencia irlandesa, cuya internacionalización se produjo a finales de los años 70 desde E.E.U.U. y Canadá para su comercialización.
En el año 2001 nació Operación Triunfo, un programa que dejó huella a todos los telespectadores de diferentes edades y condiciones porque fue de los primeros que reflejaba la realidad cotidiana en una academia de música. Estaba formado por un grupo de dieciséis jóvenes elegidos en un casting entre miles de personas, que contaban con habilidades para la cuarta de las Bellas Artes. Durante tres meses de convivencia y aprendizaje con sus profesores llegaron a cumplir el sueño de grabar sus canciones en una discográfica y la ganadora del concurso, Rosa, con algunos de sus compañeros representaron a España en el Festival de Eurovisión. En todos los hogares, los lunes a las 22 h. la familia al completo se reunía en torno a la pantalla para disfrutar de un espectáculo que ayudaba a evadirse de los problemas rutinarios y a empatizar con los sentimientos de los concursantes; a pesar de que debían ser valorados y nominados por un jurado, el público y también entre ellos. Después de quince años y de muchas giras han protagonizado el reencuentro con tres programas especiales y la retransmisión en directo de un único concierto desde el Palau Sant Jordi en Barcelona. Ser famosos les pasó factura, pero hoy siguen siendo un fenómeno de masas que han logrado la realización del sueño de hacer de la música su profesión y su vida.
En cuestiones políticas, también don Mariano (no me refiero a ningún “triunfito”) ha conseguido después de diez meses –no quince años- y diez pasos (no de baile) volver a jurar el cargo de Presidente del Gobierno y lo ha hecho delante de un crucifijo, con una mano en La Biblia y otra sobre La Constitución, el mismo día que celebramos “Halloween”. No sé si eligió truco o trato, pero sí vimos que al Sr. Sánchez le dieron calabazas. La Academia lo había nominado y así, el Sr. Rajoy representará a nuestro país (no en Eurovisión) durante cuatro años más. Se cumplió su propia Operación Triunfo aunque la cuota de pantalla no resultó ser un éxito. Esperemos a su lado, sentirnos seguros, porque nuestra música debería ser su voz.
