Tras un acuerdo con la Fiscalía, en el que se ha tenido en cuenta la reparación del daño, ya que ya ha consignado 6.000 euros en concepto de indemnización, el hombre ha sido condenado, al mismo tiempo, a seis meses de cárcel por exhibicionismo, diez meses de multa de cinco euros por posesión de material pornográfico y libertad vigilada por tiempo de cinco años.
Cabe destacar que el individuo ya fue condenado en el pasado por un delito de utilización de menores con fines pornográficos a tres años y nueve meses de cárcel.
Los hechos ocurrieron en fechas no concretadas, pero entre 2015 y 2016, cuando su sobrina, de 8 y 9 años por aquel entonces, acudía a casa de sus abuelos, donde él vivía.
Así, aprovechando la relación de confianza que tenía con la menor, el imputado, quedándose a su cuidado, le mostró vídeos y películas de contenido sexual en las que aparecían menores, a la vez que se masturbaba delante de su sobrina, instándola a hacer lo mismo.
Además, cuando él se masturbaba, a cambio de obtener unos juguetes conseguía que la menor le dejara tocarle las piernas y los hombros, intentando en todo momento tocarle el culo y darle besos en la boca.
En el registro del domicilio del acusado, se encontró un pen drive con un vídeo de una niña desnuda, de aproximadamente 13 años, realizando actos de carácter sexual. También se le intervino un ordenador portátil con registros de accesos a archivos sexuales, algunos relacionados con menores.
Como consecuencia de estos hechos, la víctima ha desarrollado conductas de miedo hacia los hombres y a que se repitiera lo ocurrido con su tío, siendo tratada en Son Espases.
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