Los trabajadores de la empresa que se encarga de reparar los muros de protección de la vía del tren, a la altura de Sineu “trabajan a destajo” para acabar las obras, dicen hoy los medios de comunicación. ¿A destajo? ¿Es posible que un pequeño deslizamiento de tierras que tuvo lugar el 19 de mayo del año pasado, hace diez meses, tenga que ser solucionado ahora, trabajando “a destajo”? La incompetencia de los responsables políticos de Baleares tiene que tener un límite. Yo no soy capaz de imaginarme que un tren de la periferia de Berlín, París, Londres, Madrid o Barcelona pueda tener suspendido el servicio durante diez meses y que después haya que trabajar a destajo. Yo no me puedo creer que durante cuatro años se haya estado construyendo el hospital de Son Espases y que, al final, el puente que enlaza la carretera de Valldemossa se tuviera que construir día y noche, con potentes focos, durante el pasado mes de noviembre y diciembre. No me puedo creer que llevemos tres años con Son Moix fuera de uso, tras un vendaval y que aún nos quede por ver que en el futuro vayan a trabajar los obreros “a destajo”. Algo similar, menos llamativo pero comparable, está pasando en varios municipios con obras menores de todo tipo, con el hotel y el palacio de congresos de Palma, con ambulatorios, escuelas y otros compromisos incumplidos. Alguien tiene que exigir un poco más de rigor, de seriedad, de eficacia; alguien tiene que acabar con esta forma lamentable de gestionar; alguien tiene que introducir un discurso más real y menos pensado en los titulares de los periódicos; alguien debería aportar un poco de sensatez.
