Parece que después de pasar una muy mala racha en la cárcel de Palma, Tomeu Vicens, el primer diputado autonómico de Baleares que ha tenido que ingresar en prisión, está más animado. Aunque no tan adaptado a la vida carcelaria como el ex teniente de alcalde del Ayuntamiento de Palma, Javier Rodrigo de Santos –que ha empezado a trabajar en el bar de la cárcel–, el que fuera brazo derecho de Maria Antònia Munar en el Consell Insular de Mallorca y portavoz de Unió Mallorquina en el Parlament está siendo muy bien tratado en el recinto de la carretera de Sóller. Sus compañeros, que están acostumbrados a verle más cabizbajo, ahora se sorprenden ante un cambio de actitud. ¿Será porque las negociaciones con la fiscalía van bien? De momento, sólo cumple condena por un ‘corta y pega’ de Internet de 12.000 euros, castigado con tres años de prisión. Con muchas causas multimillonarias abiertas, tiene ante sí un panorama desolador, si no fuera porque el ministerio público le puede ofrecer una reducción de penas considerable. Si hasta con la Jesusa y su clan de la droga se ha podido llegar a un acuerdo generoso, aún debería ser más fácil con Vicens. No hará falta ni que se apunte al coro de la prisión, porque si quiere cantar, los anticorrupción Carrau, Horrach y Subirán estarán encantados de escucharle y la Justicia lo considerará per se buena conducta.
