Fue president del Parlament entre 1991 y 1995 y también del Govern entre agosto de 1995 y junio de 1996. Desde abril de este año es presidente de la ASM, entidad hermana de la Assemblea Nacional Catalana (ANC), principal impulsora del proceso soberanista catalán.
¿Cómo ve el panorama ante las elecciones catalanas del 27-S?
Creo que no se pueden manejar encuestas como unas autonómicas normales, aquí hay otros factores. No son unas elecciones normales, no son unas autonómicas sino que son plebiscitarias, por tanto puede pasar cualquier cosa. Estuve en Barcelona el 11 de septiembre (con motivo de la celebración de la Vía Lliure a la República Catalana), pude palpar el ambiente, hablé con gente y no tengo ninguna duda de que habrá mayoría absoluta de las fuerzas a favor del sí. Sumando “Junts pel Sí” y la CUP, no tengo duda. Con las reglas del juego de estas elecciones, ganará el sí (a la independencia) y para mí si se tiene mayoría absoluta, se tendrá toda la legitimidad.
¿Cree que las encuestas están distorsionadas?
La “cocina” que se ha hecho de la encuesta del CIS, la intención de voto directo está rebajada 5 o 6 puntos, esto es importante. No me fío de las encuestas y el pueblo catalán nos puede sorprender como nos ha sorprendido otras veces. En Barcelona me sorprendió ver gente joven, ilusionada. Hay ganas de libertad y esta libertad está asociada a la independencia de una forma clara. Y esto se ve cuando te mueves por allí.
Se habla de juego sucio por parte del Estado. ¿Usted también lo ve?
¡Por favor…! Clarísimo. En muchos sentidos. Te lo dicen ya no solo dentro de España. No en balde gracias a la veintena de años que trabajé en asuntos europeos conozco a no menos de una veintena de altos funcionarios de la Unión Europea con los que hablo y les pregunto y te dicen “España está haciendo un juego sucísimo”. Yo lo comprendo porque el Estado utiliza todas las armas que tiene pero los catalanes también se tienen que defender y lo hacen. Dentro de la Comisión Europea está hasta el gorro del Estado español, porque no están de acuerdo con las políticas que se han hecho de los fondos europeos con las cuestiones del AVE, etc. Aún hace un mes España estaba incordiando con el eje Algeciras, Madrid, Canfranc y en Europa les preguntan: ¿y los puertos? ¿Dónde descargarán las mercancías, los barcos que vienen de China y atraviesan el Canal de Suez? Europa no entiende la política que hace España, porque es una política de infraestructuras al servicio de la política pura y dura, no de la economía.
Apelando a su experiencia en el Centre Balears Europa, de producirse una declaración unilateral de independencia, ¿Catalunya saldría de la Unión Europea?
He hablado con mucha gente y esto no está escrito en ningún lado, ni tiene por qué ser verdad. Es un caso que se tiene que estudiar, que es interpretable. Pero hay que tener en cuenta que el Principado es aportador neto de la Unión Europea. No creo que estén para muchas historias de dejar fuera a Catalunya. Tengo la impresión de que en función del resultado electoral Europa sentará a los dos bandos en conflicto y los hará sentarse. No querrán perder recursos. Por otra parte, hay dudas de que España sea viable como es ahora sin la aportación de Catalunya económicamente.
¿Qué opinión le merecen las declaraciones del conseller de Justicia de la Generalitat, Germà Gordó, sobre otorgar la doble nacionalidad a valencianos y baleares?
Esto es lo mismo que hace España con otros colectivos. Nosotros tenemos unos orígenes que nadie discute y yo lo considero perfecto y muy conveniente. Lo bueno sería que el Estado español reconociese la doble nacionalidad en este sentido. Lo veo perfecto, a mí no me crea ningún conflicto.
En caso de que ganen las elecciones catalanas los partidarios de la independencia por mayoría absoluta, ¿qué pasos cree que debe dar el Govern de les Illes Balears?
En ese caso implicaría una declaración unilateral de independencia por parte de la Generalitat, desde mi punto de vista. Habría que iniciar otro proceso o negociar directamente con Europa o sentarse a negociar, porque a los de Madrid los tendrán que traer por una oreja a negociar, haya mayoría absoluta, no la haya o haya el 90%. Esto supone un cambio de relaciones en el conjunto de España, indudablemente. En cuanto Catalunya tome otro camino, en España se han de plantear ¿qué hacemos? Yo de ninguna forma me veo viviendo en una España sin Catalunya. Tengo mis dudas de que económicamente sea un Estado viable porque se basa en unas regiones que aportan unos recursos a Madrid para evitar que la periferia tenga un excesivo peso económico sobre el conjunto y a la vez mantener una España subsidiada que hace que se mantenga una paz social que de otra forma sería difícilmente sostenible. Esto significaría que nuestra aportación, vamos por el 14-15% y pronto será del 16%. Además, históricamente hemos formado parte de la nación catalana. Nuestro encaje dentro de la confederación catalana-aragonesa era un encaje vía Principado, íbamos a Cortes catalanas, hay unas ligazones muy especiales. Quizá la mía sea una postura muy utópica, pero hace 5 años en Catalunya era utópico plantearse estas cuestiones. Aquí tendríamos que plantearlo. Además, tenemos una gran ventaja sobre Catalunya, ya que nuestra economía está más internacionalizada y necesitamos menos a España. Tenemos más fácil el desenganche, por así decirlo. Esto ya lo decía Gabriel Cañellas. Decía “si hay una comunidad autónoma que se pueda permitir el lujo, es Balears”.
Según parece, Francina Armengol considera inviable el independentismo (lo calificó de sueño).
Habla el PSOE.
Sostiene que no hay una demanda social a favor de la independencia. La ASM criticó tales afirmaciones, ya que nunca se ha preguntado a la ciudadanía al respecto. ¿Debería hacerlo el Govern si progresa el proceso soberanista en Catalunya?
En el proceso independentista influyen dos componentes, una emocional y la otra económica. Aquí el componente emocional es muy inferior al de Catalunya, pero hace unos años allí también era flojita, aquí quizás sea ahora como allí hace 10 años. Pero el componente económico es bastante más elevado que en Catalunya. Se nos acercan empresarios preocupados porque los pobres de las comunidades autónomas ricas están ahora financiando a los ricos de las comunidades autónomas pobres. El Govern balear deberá hacer un planteamiento de cómo queda el encaje dentro del Estado español y cómo de pagadores somos. ¿En qué medida nos podría asegurar el Estado nuestras pensiones? por ejemplo. Es que en este momento ya no nos las aseguran ya tenemos menos financiación en sanidad y educación que otras comunidades. ¿En qué estatus económico quedaríamos? Si quedásemos dentro de España nos podría suponer una bajada de entre el 25 y el 30% en todos los aspectos. Sería el peor negocio que podríamos hacer. Esto el Govern se lo debería plantear.
Pero pareciera que Armengol, a pesar de reconocer esta segunda faceta económica que usted plantea, aún considera que hay una posibilidad de negociar un mejor sistema de financiación que suponga la solución a los problemas económicos de Balears.
Esta es la línea federalista que yo no veo de ninguna forma ni desde la óptica de Catalunya. En estos momentos aquí estamos haciendo un esfuerzo que supone que habría que poner más recursos al sistema. A consecuencia del proceso de transferencias del Estado a las autonomías, nunca se transfirieron recursos correspondientes a inversión nueva. Esto en todas las comunidades se ve, pero aquí aún de forma más clara. A ti te dan la competencia en carreteras y te dan los recursos para mantener las carreteras y no para hacer más, y esto con todas las competencias. Estos recursos para inversión nueva se los ha quedado el Gobierno central y ellos no dan servicios salvo seguridad ciudadana en las comunidades que no la tienen, defensa, servicio exterior, Casa Real, etc. y luego tiene todos los recursos para obra nueva. Este drenaje de recursos le ha permitido hacer el AVE y todas estas inversiones majestuosas, repartir según criterios políticos a las comunidades autónomas, autovías, aeropuertos, etc. Esto se vería perjudicado y ya no lo tendrían, por lo que el sistema deja de ser viable. Perderían fuerza política y sin recursos.
¿Qué papel cree que debe jugar Biel Barceló, secretario general de Més (un partido que se proclama de izquierdas, soberanista y ecologista) en el Govern en el caso de que en Catalunya triunfe el independentismo?
Nosotros consideramos que nuestro enemigo no serán nunca los partidos de país. Hay dos partidos de país, uno de centro derecha y otro de centro izquierda, que son El Pi y Més. Contra ellos no haremos crítica abierta nunca y les ayudaremos en lo que podamos, estamos a su disposición. Queremos cambiar un sistema de partidos estatales por un sistema de partidos de país. Los respetamos y nos gustaría que tuvieran más coraje. De hecho participaron en el 11-S, que como dijo la Junta Electoral no era un acto de conmemoración, sino de afirmación de la independencia, y hubo una presencia. Deben hacer más pedagogía. Pero quiero añadir una cosa, que a menudo nos dicen desde la Assemblea Nacional Catalana, olvidaros de los partidos. Si en Catalunya el proceso lo hubiesen tenido que comenzar los partidos políticos, aún no habrían dado ni un paso, así que id a la vuestra. Y es lo que hacemos, hace unos días en Santa Margalida, Cas Concos, explicando cosas tan sencillas como nuestra historia y lo que pasó. El tricentenario nos ha dado razones de peso muy importantes por las humillaciones que sufrimos. Hay que recordar de dónde venimos porque nuestra historia nos la han escondido totalmente. No sabemos ni quién somos, ni de dónde venimos y a partir de aquí no podemos saber nunca a dónde vamos. Nos hemos de hacer el autoanálisis. Los partidos han de contribuir a esto pero no son el instrumento como no lo han sido en Catalunya. Además, ellos tienen que gestionar el día a día, que ya les viene grande.
¿Cree que es posible conseguir que haya un diputado balear de un partido no españolista, tras las próximas elecciones generales?
Depende de cómo se hagan las cosas.
¿Cree que Més debería aceptar la propuesta lanzada por El Pi para ir de la mano a las generales?
Creo que debiera de haber un planteamiento por parte de los partidos o si estos no llegan a un acuerdo por parte de la sociedad civil, de personas intercambiables entre estos partidos o que no tengan un perfil demasiado partidista ni partidario, intentar hacer con ganas y de buena fe un proceso de confluencia. Y si se hace, para nosotros sería lo ideal y lo deseable. Si no, la sociedad civil debe moverse y decirle a los partidos que si no son capaces o no hay posibilidad de sacar escaño, que sea la sociedad civil con gente que no haya participado nunca en política la que haga una prueba como se hizo en Navarra con Uxue Barkos. Un experimento de una candidatura a base de recoger firmas, aquí creo que son unas 6.000 firmas, encabezada por una persona que nunca haya estado en política y que se presente. En mi opinión y ahora hablo como Tòfol Soler, si los partidos diesen un paso atrás en este caso, se podrían sacar no uno, sino dos diputados. Estoy convencidísimo, pero es difícil.
Sin embargo a menudo Més se muestra más proclive a formar una candidatura con Podem antes que con El Pi. ¿Usted que opina?
Si crees en el país, has de creer en una derecha de país y en una izquierda de país. A Madrid no vamos a discutir el modelo de sociedad en esta encrucijada que serán las próximas legislativas. Serán unas legislativas que tal vez se deba configurar el Estado y se deben leer en clave de modelo de Estado. Y esto lo puede defender tanto una persona de derechas o centro derechas, como de izquierdas o centro izquierdas. Hay que tener esta visión. Yo entiendo que los objetivos de los partidos de país debieran de ser ir juntos a plantear cuales son los cambios que las islas quieren para este Estado o si quieren salirse de él. Para hablar de este cambio de modelo de Estado, creo que El Pi es más autonomista que Podemos. Pablo Iglesias de Podemos llega a Catalunya y dice “lo que los catalanes quieran”, hasta que analiza y ve que sin Catalunya los números no salen y entonces dice que hay que decidirlo entre todos, el pueblo español… No veo que ideológicamente Més pueda compartir el modelo de Estado que tiene Podemos, porque Podemos defiende un modelo centralista disfrazado, quitando algunas cosas. Así como en modelo de sociedad pueden converger Més y Podemos, en modelo de Estado no. Y ahora nos jugamos el modelo de Estado, no el modelo de sociedad. Y en esto El Pi se acerca más a Més.