Un precioso ejemplar de cisne blanco está causando sensación al verlo campar a sus anchas por el puerto del Passeig Marítim de Palma. Turistas y residentes no dudan en fotografiarlo y hasta en lanzarle trozos de pan para que coma.
Lo cierto es que su aplomo y elegancia con el que el cisne se baña en esta zona de Ciutat despierta las sonrisas y se convierte en el centro de las miradas aunque a tan sólo unos metros estén amarrados barcos de millones de euros.