Solidaridad con los cuatro senadores del PP
lunes 12 de mayo de 2014, 06:33h
Es muy preocupante que la dirección del PP nacional del PP estudie sanciones contra cuatro senadores, compañeros suyos pero por encima de ello representantes del pueblo de Balears, por romper la disciplina de voto y pronunciarse en contra de las prospecciones petrolíferas en el Mar Balear.
Lo único que hicieron Josep Sala, Llorenç Bosch, Gari Durán y Maria Antònia Grau fue cumplir con su deber ante la dirección de su partido en Balears y ante sus electores, que rechazan de forma incuestionable la obsesión del poder central de poner en peligro el Archipiélago, tanto su imagen como su prestigio y su medio ambiente, a cambio de una cosecha de barriles de petróleo.
Sería una vergüenza incalificable que fuesen sancionados. Supondría un duro golpe al prestigio que todo Gobierno central está obligado a mantener ante las colectividades periféricas. De hecho, si volviesen a ser promovidos, estos cuatro senadores serían ensalzados y muy probablemente reelegidos. Por contra, aquí lo reprochable es la oscura actitud de la senadora menorquina Pons Vila, que abandonó a sus compañeros isleños y se plegó a las órdenes de Madrid. ¿Con qué cara intentará Pon Vila obtener la reelección después de lo que ha hecho? Esta representante de la soberanía popular debería entrar en un profundo proceso de reflexión y pedir perdón por su acto insolidario. Suya, y no de sus cuatro compañeros, es la indisciplina.
Salas, Bosch, Durán y Grau son valientes porque anteponen el interés general por encima de cualquier otra consideración. No puede decir lo mismo Pons Vila. ¿Podrá seguir adelante con honor? Es harto dudoso que lo consiga. Ha hecho mucho más daño del que ella misma piensa. Ha dado la imagen de unas Balears débiles, pequeñas y divididas. Tal vez Madrid la premie por ello. Pero sus conciudadanos jamás olvidarán su desprecio, una displicencia que nos puede salir muy cara a todos si Madrid clava las torres del chapapote en nuestro mar único, clásico, transparente y limpio, auténtico sustento de la industria turística.