La Navidad ha llegado y los más pequeños son los que más la disfrutan. En el colegio San Cayetano de Palma, y como manda la tradición, los alumnos de Educación Primaria han representado un año más -y van 25- el Belén viviente en el que no falta detalle. Todos tienen un pequeño papel en esta gran obra. Los alumnos, entre tres y seis años, hacen de corderitos, vaquitas, de vistosos pavos reales con plumaje rojo y negro, ejercen de pajes, de monaguillos y, cómo no, de Reyes Magos. Por supuesto no faltan San José, la Virgen María y el niño Jesús en su portal, piezas clave de cualquier Belén. El toque mallorquín lo ponen los payeses que se reúnen en torno a una mesa llena de productos de la huerta, los alfareros que trabajan el barro o las bordadoras ataviadas con el traje típico de la Isla. Tampoco faltan los panaderos que cuecen el pan moreno en un horno de leña. La representación ha transcurrido bajo la atenta y orgullosa mirada de los padres, abuelos y demás familiares de los pequeños que no han parado de fotografiar a sus pequeños actores.
