Guillermo Gual, el mallorquín de 68 años que ha perdido la vida en el naufragio del ‘Costa Concordia’, se quedó sentado con el chaleco salvavidas puesto esperando el fatal desenlace incapaz de saltar por la borda y alcanzar la costa a nado.
Rubén, un mallorquín de 16 años que viajaba a bordo del crucero accidentado y que conocía a Guillermo, ha relatado en los micrófonos de Onda Cero como instó al fallecido a saltar al agua y ponerse a salvo pero éste no le hizo caso. "Guillermo estaba detrás de mí, le dije que saltara, pero no lo hizo".
El joven ha relatado el caos vivido asegurando que nadie ayudó a nadie. "Allí todo el mundo estaba pendiente de sí mismo, fue un sálvese quien pueda", asegura Rubén quien junto a su familia decidió lanzarse al agua al ver que el barco se hundía. Tras veinte minutos nadando alcanzó la isla de Giglio y allí caminaron una hora hasta una residencia particular donde les atendieron.
