La feliz pareja formada por el tenista Carlos Moyá y la actriz Carolina Cerezuela es el vivo ejemplo de unos padres muy enamorados y volcados con su pequeña, de la que no se separan y están "pendientes 24 horas". Carolina Cerezuela y su hija, que ya tiene 8 meses, no quisieron perderse el homenaje que se rindió a su pareja, Carlos Moyá en el Torneo Conde Godó, y confiesa que los tres miembros de su familia son inseparables: "Somos un pack. Donde va uno, va el otro." Y con respecto a su hija, Carolina reconoce a Europa Press que Moyá, como buen padre primerizo, "está pendiente las 24 horas". Madre e hija no dudan en viajar junto al tenista para acompañarle en todos los homenajes, y eso es algo que no parece afectar a la pequeña, que según Cerezuela, ha salido al padre. "A veces la miro a ver si encuentro algo mío pero no. Es igual que el padre. Es muy buena. Viaja constantemente y se adapta a cambios de horarios y de comidas. Nunca llora". La actriz por el momento prefiere centrarse en su hija, y aunque no va a dejar de trabajar, sí que va a bajar el ritmo para poder dedicar todo el tiempo posible a su familia. "Como actriz si hago cosas serán muy pequeñas y sueltas porque meterme en un rodaje ahora no, porque son muchas horas y mi hija es muy pequeña. Y cuando decido tener una hija es para asumir una etapa de mi vida para estar con ella". Carlos y Carolina están muy felices disfrutando de su experiencia como padres, y aunque la actriz sí que quiere aumentar la familia, reconoce que hoy por hoy no es su prioridad. "De momento no. Quiero tener otro hijo, pero ahora no. Tres, seguro".
