La plebe se ha excitado con la publicación del calendario de liga. Yo no. No me impresiona el At.Baleares-Mallorca de la tercera jornada y me interesan aún menos los derbis con el Formentera y la Penya Deportiva, otrora el Santa Eulalia y vas que te matas. Me gusta el fútbol, no las verbenas. Me encanta el deporte de élite, no las pachangas. Esto es Segunda B, una tercera división real y lo demás solamente es el nombre que se le quiera dar, lo mismo que la Tercera balear no pasa de una Preferente mal bautizada. Todo desde el máximo respeto a los aficionados que ven en estos partidos y en la presente categoría unos alicientes que a mi se me escapan. Si alguno de los contendientes regresa al fútbol profesional, avisen por favor.
El respeto que sus seguidores más fieles inspira al señor Molango y sus jefes se ha puesto de manifiesto en la desorganización reinante en la cita para renovación de abonos de la tribuna de sol. Lo único que les interesa es poder publicar si han renovado mil, dos o tres mil y, por supuesto, el dinero que dejan, por cuestiones de tesorería. Por lo demás, siempre de cara a la galería.
Y ahora, que después de despreciarle no han logrado colocarle en el mercado, llega la renovación de Raillo. Le acusaron descaradamente de una salida nocturna en tiempo de vacaciones navideñas que, además, ni siquiera se produjo. Le relegaron al gallinero a raiz del fichaje de Sergi Barjuan. Le han insultado y casi agredido. Ahora presentan la prolongación de su contrato como si se tratara del mismísimo Bonucci. Pues más a mi favor, este no es mi Mallorca, ni mi categoría, ni mi calendario. Lo siento.
