En esta situación general donde me parece que todo el mundo está manipulando la realidad y nadie puede llegar a saber qué está sucediendo de verdad, hay una noticia que no sólo no debe pasar desapercibida sino que nos tiene que hacer saltar del asiento: las organizaciones que atienden a personas con discapacidades han indicado que se están quedando sin recursos y que, por lo tanto, van a tener que dejar de dar servicio. Según afirma, el Govern les debe más de diez millones de euros desde el mes de mayo del año pasado y ya no pueden continuar en esta situación. Estamos hablando de Amadip, Amadiba, etcétera, todas entidades sin ánimo de lucro que atienden a infinidad de personas con necesidades muy especiales. Cuando faltan recursos, se puede recortar de muchos lugares pero, a mi entender, este tipo de servicios, absolutamente fundamentales, deberían figurar en los últimos lugares de la lista. Antes, mil otras cosas innecesarias o, al menos, no tan delicadas.
