Sexting o no sexting
miércoles 12 de noviembre de 2014, 15:28h
Hace unos días la hija de María Teresa Campos, más conocida como Terelu, expresaba su preocupación por la difusión de un vídeo erótico. Una serie de imágenes que envió a su ex novio en un arrebato de pasión. Desde que los móviles se convirtieron en un medio de comunicación más, el sexo entre las parejas ha sufrido una transformación.
Para aquellas parejas que viven separadas por kilómetros y meses de distancia el sexo telefónico es una buena solución para mantener ese amor. Aunque os advierto que no es la remedio. La cuestión a plantear es, ¿Qué pasa cuando ese “amor eterno” resulta que no es tan eterno?.
Antes le regalabas al novio/novia de turno flores, poemas, cartas de amor, cd’s o mucho antes cassetes de música – a mí un novio me reclamó los suyos-. A lo que iba. La cosa no pasaba de pelear durante unos días por quien se queda con que, o como mucho por tirárselos sobre la cabeza si la pelea era muy gorda. Ahora todo es diferente, el denominado sexting le ha dado una vuelta de tuerca a las relaciones. En lugar de enviar románticas flores, se pasa directamente a fotos o vídeos de elevado contenido erótico y en caso de pelea pueden terminar en la agenda de teléfonos del ofendido u ofendida.
Enviar esas imágenes además de ser un ejercicio de libertad, no tendría mayor trascendencia, si no fuera porque cuando se le envía a otra persona, perdemos el control sobre ellas y no sabemos dónde pueden acabar. En ocasiones ni siquiera es cuestión de que tu ex amor las difunda, también pueden caer en manos de terceros, pues todo lo que está en un medio móvil, dícese smartphone, tablet u ordenador puede ser hackeado o sea robado, y por tanto no sabremos ni cuándo ni dónde aparecerá esa sexy muestra de amor.
El tema ya hace tiempo que da de que hablar, especialmente por el aumento que entre los jóvenes ha tenido esta práctica. Les resulta fácil, desinhibido e incluso hasta divertido, pero no reflexionan sobre las consecuencias que en su vida tendrá hacerlo. No solo por el peligro de que caiga en manos extrañas, también existe la posibilidad de estar enviando fotos a personas que podrían chantajearles o incluso secuestrarles. Suena exagerado, pero no lo es, vivimos en un mundo hiper comunicado, pero parece que estamos más incomunicados que nunca.
El fenómeno no es nuevo, en los noventa la expresión “A/S/L” (age, sex, location: edad, sexo y ubicación) era de las más populares en los chats de la época, está claro que hasta ahora se había visto limitado por la tecnología.
Para evitar de alguna forma los peligros incluso han surgido apps donde los usuarios pueden enviar fotos, mensajes o videos que solo pueden ser vistos durante un periodo de tiempo corto, es el caso de Snapchat, donde después del tiempo estipulado desaparecen del aparato del receptor. Por supuesto cada uno es libre de hacer lo que quiera, pero como decía mi abuela: si no quieres que algo se sepa, no lo cuentes, en este caso no lo grabes!