Ser mallorquín
miércoles 30 de octubre de 2013, 08:41h
Quiero representarme a la especie humana más feliz, por consiguiente más tranquila y más ilustrada, con dos vidas: una, sedentaria, para la felicidad doméstica, los deberes de la ciudad, las meditaciones estudiosas, el recogimiento filosófico; la otra activa, por el intercambio leal que substituirá el vergonzoso tráfico que denominamos comercio por las inspiraciones del arte, las investigaciones y sobretodo la propagación de las ideas.
No lo digo yo, lo dice George Sand (Aurore Dupin) en “Un invierno en Mallorca”
El artículo publicado en esta misma sección el miércoles 23 de octubre propició un debate sobre la compatibilidad entre los términos nacionalismo-regionalismo y evolución. Aunque la mayoría de mis palabras se centraban en nuestra posición como viajeros, observé que la mayoría de comentarios iban referidos a nuestra posición como receptores de turistas, debido al inciso final que hice sobre la desestacionalización del turismo. Recojo el pase de muleta y hoy sí que voy a hablar sobre los símbolos de identidad mallorquines en relación al concepto de evolución.
En Mallorca existen muy pocos símbolos de identidad plenamente genuinos. Miremos por donde miremos. Observamos dos líneas de instauración: son creados ajenos la expresión popular y pero aceptados después, o son importados desde fuera y adaptados. Por lo tanto, la propia identidad suele ser fruto de una evolución e incorporación que se fragua con los años de manera inconsciente. Se forja gracias al contacto con expresiones provenientes de otros lares, por eso la identidad está en continuo movimiento. Veamos un ejemplo de cada caso.
La bandera oficial de las Islas Baleares fue creada en un despacho oficial cuando se cocinaba el Estatut d’Autonomía a principios de la década de los 80. Según se comenta, el modelo que siguieron los padres de la carta magna balear fue la bandera de Estados Unidos. (Este invento se llevó a cabo al no aceptar que la bandera que debía de corresponder a Baleares era la del Reino de Mallorca: la “cuatribarrada” con el castillo sobre fondo “lívidus” que estableció el Rei Sanç (1312) y que fue objeto de polémica interpretación seis siglos después. El ilustre historiador teatino Gabriel Llompart no fue atendido en su fundamentadísima teoría sobre los orígenes político-históricos de nuestra comunidad autónoma). Se trata de un ejemplo de un símbolo creado por unos pocos pero aceptado después por -casi- todos.
El “ball de bot” es un caso de incorporación exterior y permeabilización. Pues sí, basta escuchar las melodías de los bailes regionales de Castilla La Mancha, Aragón y Murcia entre otros para percibir que son asombrosamente similares a nuestras jotas, boleros y fandangos. Con el Decreto de Nueva Planta (1714) dictado por Felipe V a su llegada a España, entraron también unas melodías hasta el momento desconocidas en Mallorca. Francesc Vallcaneras, uno de los folkloristas más reconocidos de Mallorca, así lo atestigua con pruebas más que evidentes.
Sin embargo, ¿Cuándo podemos decir que un símbolo de identidad es ya mallorquín? En mi opinión, cristaliza en el momento en que se pierde la conciencia colectiva de que aquello ha provenido de fuera o ha sido creado de manera artificial. Se aceptan, se adaptan y se van asumiendo.
Por lo tanto, ¿Es ‘mallorquina’ la Feria de Abril? No, todos sabemos que proviene de Andalucía. ¿Será ‘mallorquina’ la Feria de Abril dentro de cien años? Puede, aunque sólo si los ciudadanos han perdido clara conciencia de que procede de Andalucía. Y lo mismo se puede predicar de Halloween, de la Danza del Vientre o del sabroso sashimi de atún.
Supongo que alguien puede contestar que no se tendrían que identificar las expresiones populares con ningún pueblo o nación concretos, puesto que ciertamente la cultura popular es patrimonio universal y está al alcance de todos, sin embargo, hoy por hoy es aún una entelequia.
Corolario: La ensaïmada sólo sabe bien si está hecha en Mallorca. Constatado.
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Ser mallorquín
Últimos comentarios de los lectores (5)
15376 | levantino - 01/11/2013 @ 16:16:39 (GMT+1)
pues si, tiene razón la articulista cuando afirma que "la propia identidad suele ser fruto de una evolución e incorporación que se fragua con los años de manera inconsciente. Se forja gracias al contacto con expresiones provenientes de otros lares, por eso la identidad está en continuo movimiento."
solo una corrección, es cierto que la feria de abril proviene de Andalucia, pero sólo porque Sevilla pertenece a esta región histórica. no obstante, se trata de un territorio muy extenso y no todo es Sevilla ni todas las ferias son en abril. un enorme territorio muy rico y muy diverso que no merece ser reducido culturalmente a sevillanas, rocieros y su puñetera semana santa de los cojones, con perdón
15316 | Felipe - 31/10/2013 @ 15:24:13 (GMT+1)
Qué sabia eres chica!
15272 | Tomeu Rovell - 30/10/2013 @ 19:55:43 (GMT+1)
Xisca, dius que "...La bandera oficial de las Islas Baleares fue creada en un despacho oficial cuando se cocinaba el Estatut..." Dàcord en la segona part. Quan es cuinava l'Estatut es va fer el projecte de la bandera, ara, era a un despatx d'un edifici que feia cap de cantó amb Bon Aire i Conflent. Era un despatx d'una empresa. Tan sols has d'averiguar quí era el seu president del Consell d'Administració d'aquell temps. Era misser i llavors va ser jutge... Respecte a l'esment que fas a la festa de Halloween, la veritat que em gira les butzes que una festa importada de tan lluny s'hagi acabat imposant quan aquí, a Mallorca, tenim la nostra Nit de les Animes molt paresquda i a la que ningú, o molts pocs, ja recorde, Jo, per exemple, encara recordo quan ens passetjavem una colla dal.lots fent taringa i amb fanalets a la ma, cantans: "El sereno ha mort un moix/i l'ha duit al Socos/li han dat quatre doblers/un per pa.../...un per peix.../ i l'altre per botifarrons...
15249 | Koala Lumpur - 30/10/2013 @ 14:55:12 (GMT+1)
No farà falta esperar tant, gracies a Déu .La Feria de Abril serà tradició i cultura a Mallorca i del mallorquins d'aquí cinc o deu anys.
15232 | Pere Joan - 30/10/2013 @ 12:43:30 (GMT+1)
Idò d'aquí cent anys la Feria de Abril serà tradició i cultura a Mallorca, que no dels mallorquins, perque d'aquests ja no en quedarà cap. Ja se'n preocupen ara de posar les bases perque no en quedi cap, ni tradició, ni cultura, ni llengua, ni identitat. I el pitjor és que no només ho fan els qui han vengut de fora, també si han apuntat molts de mallorquins que han renegat de 'lo nostro', per no sé quin sentiment d'inferioritat cap a Espanya. Supòs que segles de domini han deixat arrels.
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