La Asociación Balear de Distribuidores de Automóviles (Aseda), en línea de las peticiones expresadas por la patronal nacional Faconauto, ha reclamado que se autorice la declaración de ERTEs por fuerza mayor como única posibilidad viable para mantener el empleo de 5.000 trabajadores directos del sector en Baleares”.
Según la entidad, “es urgente que se reconozca de forma automática la autorización y la resolución de los expedientes a la mayor brevedad posible”, trámite que ya se ha llevado a cabo en otras comunidades, como Andalucía, Canarias, Comunitat Valenciana, Cataluña, Euskadi, Castilla la Mancha o Aragón. En estos territorios, se están aceptando ERTEs provenientes de empresas de concesionarios de vehículos para, como indica Aseda, “garantizar la salud de los trabajadores de este sector, clave de nuestro sistema productivo, y cuya actividad se ha visto gravemente afectada por las restricciones derivadas de la declaración del Estado de Alarma". Cabe recordar, de hecho, que la correspondiente Orden Ministerial prohíbe la apertura de los talleres de automoción y otros establecimientos relacionados con la compra y venta de vehículos.
ANDREU VIDAL: "DESDE EL PRIMER MINUTO, EL OBJETIVO HA SIDO GARANTIZAR LA SALUD DE LOS TRABAJADORES"
En este mismo sentido el presidente de la Aseda, Andreu Vidal, ha destacado que prácticamente el cien por cien de los asociados con que cuenta la entidad patronal a Aseda ha permitido que la totalidad de sus trabajadores puedan permanecer en sus domicilios, ya que, según ha señalado, "desde el primer minuto, nuestro principal objetivo no ha sido otro que el de proteger la salud de nuestros trabajadores y colaboradores”.
Vidal ha manifiestado, además, que “debido a las condiciones de los talleres y servicios de postventa, no es posible, desde un punto de vista técnico, garantizar la distancia mínima de un metro entre los empleados", tal como ordena el Ministerio de Sanidad.
En este sentido, el dirigente de Aseda ha abundado en que el mantenimiento de la actividad "supone un riesgo para nuestro principal capital, que son nuestros trabajadores". Vidal ha recordado que el virus "permanece en los vehículos usados hasta cinco días, depositado en materiales como plástico, vidrio o cristal, y hasta 48 horas en metales como el acero o el aluminio". Todos estos elementos se hallan presentes en el interior y el exterior de los automóviles que son reparados en los talleres.
El presidente de Aseda ha explicado que “hasta la fecha no existe un procedimiento verificado que permita higienizar y limpiar los vehículos de clientes con garantías sanitarias efectivas”, y ha añadido que no está en las manos del sector "garantizar la protección sanitaria del personal, porque no podemos acceder al suministro de elementos de protección para los trabajadores". Entre este material, ha citado mascarillas, gafas, trajes, geles y guantes.
Finalmente, Andreu Vidal ha lamentado que “si bien todos los concesionarios han implementado servicios de urgencia para poder atender, principalmente, a vehículos como ambulancias, coches de policía o camiones de reparto de alimentación, la falta de suministros impide gravemente continuar con el desarrollo ordinario de nuestra actividad"