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Sánchez necesita al PP

miércoles 01 de abril de 2020, 00:00h

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En una situación de emergencia nacional como la actual, cuando hay que adoptar de urgencia medidas que afectan a millones de ciudadanos, resulta obvia la necesidad de lograr el mayor grado de consenso político posible. Es una cuestión de lógica -si lo que se quiere es alcanzar un amplio entendimiento social- pero también una necesidad a la que obliga el actual reparto de escaños en el Congreso.

En este sentido, a menudo, las normas acordadas en el Consejo de Ministros deben contar con el refrendo de Congreso de los Diputados, donde Pedro Sánchez mantiene una débil mayoría. En la sesión de investidura, Sánchez logró la presidencia por un solo voto y, la semana pasada, algunos socios de aquella sesión de investidura decidieron no apoyar la prórroga del estado de alarma. La prórroga salió adelante por el apoyo del PP, sobre todo, y en menor medida de Ciudadanos.

Es normal que en circunstancias tan excepcionales los grandes partidos de la nación acuerden estrategias y formas de acometer la crisis, al margen de su posición política y por encima de ideologías.

Por eso sorprenden los pasos dados la última semana por el Ejecutivo en relación, sobre todo, a cuestiones económicas que han provocado amplias críticas en la oposición y en sectores empresariales del país. El presidente del PP, Pablo Casado, se desmarcó este lunes del apoyo que su formación política ha venido ofreciendo en esta crisis al Gobierno de Sánchez. Criticaba Casado, "el giro de 180 grados" que, a su juicio, ha realizado el Ejecutivo estos últimos días con "amenazas de expropiación de la propiedad privada" y aprovechando la pandemia "para modificar leyes laborales que han creado millones de empleos". Casado denunciaba también ocultación de datos.

Sea por improvisación o porque los hechos desbordan cualquier previsión, la imagen de los últimos días no ha ayudado a generar confianza; y ha enfadado a mucha gente. Para evitar tensiones de este tipo, sería oportuno que al menos los dos grandes partidos fueran de la mano.

Son muchos los que ponen el acento en el peso que ha ganado Podermos dentro del Ejecutivo durante los últimos días. Señalan un debate interno entre los de Pablo Iglesias, por un lado, y el equipo económico que encabeza Nadia Calviño, por otro; un debate interno en el que se estaría imponiendo Iglesias y que estaría consolidando clichés ideológicos como el de que todos los empresarios son explotadores de la misma manera que cualquier propietario de una vivienda en alquiler es un especulador.

La legítima ideología de cada cual debería quedar en un segundo plano en una situación de emergencia nacional y, en consecuencia, no condicionar la toma de decisiones. Mientras tanto, Sánchez debería buscar buscar el apoyo de cuantas más formaciones políticas, mejor; más allá de la coalición de gobierno y de los apoyos, más o menos, estables de su exhigua mayoría parlamentaria. Sánchez necesita al PP en esta crisis y en esa tarea debería esforzarse para presentarse al país como un líder sólido y capaz de gestionar la inmensa crisis nos acecha.