Espero que ahora no aparezca una plataforma ecologista denunciando que el proyecto que se pretende llevar a cabo en Magalluf atenta contra los valores ambientales de la zona; espero que no comparezca un experto en equilibrio del entorno diciendo que hay varias especies endémicas de Magalluf que corren el riesgo de desaparecer si se construye un bulevar; no creo que ahora se recojan firmas diciendo “Salvem Magalluf”; supongo que no habrá una campaña del GOB denunciando la pérdida de un ecosistema donde borrachos y prostitutas se disputan el terreno como sucede con el ferreret y no sé quién es su enemigo que se alimenta de ellos. Alguien debe estar cavilando con mucho cuidado qué decir, que no provoque risa, pero seguro que algo dirán. Este fin de semana la noticia tenía reacciones mezcladas, como diciendo “dejadnos pensar que algo encontraremos”.