Dicen en los cenáculos sanitarios que desde la Conselleria de Salut e, incluso, desde el propio Govern, se ha dado la siguiente orden: ¡Salvad a Vicení§ Thomí s! Y todo ello, porque parece ser que el conseller está viviendo sus horas más bajas, tras ser cuestionado por un buen puñado de jefes de servicio de Son Dureta, entre ellos, posiblemente el más prestigioso e ideológicamente cercano a él. Afirman que está tan "tocado" por todo lo que está sucediendo que sus compañeros de Gabinete habrían tocado a rebato para ir a rescatarle y eso es lo que explicaría lo que está sucediendo durante los últimos días, en los que tanto el director general del Ib-Salut, Josep Pomar, como el director de Son Espases, Luis Carretero, están asumiendo toda la responsabilidad sobre el traslado al nuevo hospital, ya que la consigna es dejar al conseller al margen. Se asegura que la foto del día en el que se anunció el retraso, en la que aparecen los tres, es el principio de esta campaña.
