Las personas que soplan vuvuzelas pueden exhalar más aerosoles contaminados en comparación con las que gritan en un estadio, lo que supone un importante riesgo de contagio para las personas que se encuentran a su alrededor, según se ponen de manifiesto en estudio realizado recientemente y difundido por la revista especializada PLoS One. De hecho, a través de esas trompetas de plástico salen expedidos hasta 658.000 aerosoles por litro de aire, una cantidad mucho mayor a las partículas despedidas cuando se grita en un estadio que son de hasta 3.700 aerosoles por litro de aire. A esa conclusión es a la que han llegado investigadores de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres, quienes midieron la cantidad y velocidad de los aerosoles emitidos al soplar o al gritar. En consecuencia, las posibilidades de contraer una gripe u otras enfermedades infecciosas como sarampión y rubéola son mayores en los alrededores de personas infectadas que soplan vuvuzelas, sugirieron los investigadores. La autora principal del estudio, Ruth McNerney, ha señalado que no recomienda proscribir las vuvuzelas cuyo sonido simula a un enjambre de abejas o a elefantes, sino realizar una advertencia para que los individuos con gripe no utilicen esa trompeta donde haya multitud para evitar contagios. Desde hace tiempo se critica a las vuvuzelas por el ruido que generan. Estas trompetas huecas alcanzaron fama mundial con el mundial de fútbol de Suráfrica 2010. En la actualidad se encuentra bajo análisis la posibilidad de permitirlas en las Olimpiadas de 2012.
