La nueva consellera d'Educació,
Núria Riera, se ha tomado muy en serio el establecimiento de un
clima de diálogo para sacar adelante el presente curso tras las últimas resoluciones judiciales que han dejado el TIL en mala posición. Riera no ha perdido el tiempo y ya desde este lunes ha establecido un
turno de encuentros con los representantes sindicales. El objetivo es conseguir el
máximo nivel de entendimiento y, desde el pragmatismo, garantizar la normalidad en las aulas.
Fuentes parlamentarias del PP indican que "se está constatando una vez más que
nadie discute el trilingüismo. El problema se encuentra en las horas del catalán respecto del castellano. Aquí es donde se encuentra la discrepancia, no en el aprendizaje del inglés". El esfuerzo de Riera de dirige hacia este punto, con el objetivo de limar asperezas.
La tarea de Núria Riera como consellera es fundamentalmente política, por lo que "necesitará a su lado una persona de grandes conocimientos técnicos y capacidad negociadora a su lado". De momento no se ha hecho público el nombre de esta persona ni si su entrada supondrá una remodelación del equipo directivo de Educació. Si así fuese, la sustitución más lógica sería la del secretario autonómico
Guillem Estarellas. Pero de momento la decisión definitiva no se ha tomado.