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Residentes chinos, un ejemplo ciudadano frente al coronavirus

martes 11 de febrero de 2020, 00:00h

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Mientras se esclarece el alcance real del coronavirus en Mallorca -con un nuevo caso bajo sospecha este lunes- la colonia china en las Islas se ha autoimpuesto una serie de medidas para frenar cualquier posible amenaza. Por una parte, han solicitado a los compatriotas que lleguen desde China que comuniquen a las autoridades su nombre, sexo, fecha de nacimiento, número de pasaporte, fecha de llegada a Mallorca y número de vuelo, especialmente en los casos que consideren que deben necesitar ayuda.

De la misma manera, aconsejan guardar cuarentena voluntaria a todos los recién llegados y mantenerse vigilantes sobre la salud de familiares y compañeros de trabajo. Algunos negocios han llegado a bajar las persianas a la espera de pasar unos días de cuarentena. La consigna es controlar cualquier posible brote, conscientes de que numerosos ciudadanos podrían señalar a la colonia china residente en España como contactos de riesgo en la evolución de la epidemia.

Los chinos quieren dar normalidad a la situación y lo hacen avanzándose en la prevención y anteponiéndose ante cualquier crítica o estigmatización del colectivo que pudiera producirse. Con acciones como esta, la colonia china en Mallorca muestra un alto grado de civismo y zanja cualquier crítica o temor que pudiera surgir, especialmente cuando no hay ningún caso de la enfermedad en este colectivo.

Esta disciplina autoimpuesta es común en los residentes chinos de otras ciudades españolas y del resto del continente. La embajada china en España denunció hace una semana episodios de discriminación a ciudadanos de origen asiático; reacciones aisladas que no tienen sentido ni se corresponden con la realidad de la enfermedad. "El coronavirus no tiene pasaporte", señaló el encargado de negocios de la embajada, Yao Fei, para poner el acento en la necesidad de colaborar todos en el freno a la epidemia; una lucha en la que los residentes chinos muestran un elevado sentido de la ciudadanía y una autodisciplina envidiable.