Los clientes de varios restaurantes de la zona de La Lonja que realizan sus reservas a través de páginas web son avisados de que deben desalojar la mesa antes de las 23:30 horas. Esta zona de Palma es la que más está sufriendo la normativa municipal de cierre de las terrazas a las once de la noche, lo que limita considerablemente la actividad de estos locales, incluso en el interior. Así, algunos establecimientos ya señalan a la hora de hacer la reserva que, aunque sea en el interior del local, el servicio no puede prolongarse más allá de las once y media.
La foto que acompaña la noticia del Infiltrado muestra la confirmación de una reserva realizada por internet para un grupo de seis personas a las diez de la noche de hace una semana; el grupo disponía de un máximo de hora y media para cenar, según indica la propia confirmación. Cualquier retraso en la llegada o demora en el servicio deja a los clientes sin tiempo para cenar tranquilamente un fin de semana.
Los establecimientos de restauración de La Lonja llevan meses intentando negociar con el Ayuntamiento una normativa de horarios que consideran altamente lesiva para el negocio, especialmente en temporada alta. Llegaron a proponer un referéndum que han aplazado a la espera de que Cort acepte un sistema de control de ruidos que garantice la continuidad de los restaurantes a la vez que se salvaguarda el descanso de los vecinos.
La actividad en la zona ya ha emperzado a cambiar, como lo demuestra el anuncio esta semana del cierre del restautante Caballito de Mar, probablemente el más emblemático de toda la zona.