Reivindico Palma
miércoles 08 de abril de 2015, 13:12h
Siempre he criticado (ahora, y también cuando ocupaba el cargo de Concejala de Turismo de esta ciudad), que los mallorquines en particular y los baleares en general, nunca hemos sabido “vender” la imagen de nuestras Islas, de la forma en que han vendido los catalanes la ciudad de Barcelona.
Y lo decía y lo digo con cierta envidia. Hace siete años cuando era la responsable de la promoción turística de Palma anuncie a bombo y platillo (y a las hemerotecas me remito) la necesidad de copiar si era necesario ese modelo, el de Barcelona, e impulsar de forma totalmente distinta la diversificación de nuestro producto y la mejora de nuestra imagen.
Siete años después, y me alegro porque soy palmesana, ahí está el resultado: terrazas en la Rambla y en el Borne, dinamización comercial de la ciudad con los domingos de apertura; dinamización del ocio (aunque todavía echo en falta más música en las calles y más tenderetes artesanales durante los fines de semana). Pero ha mejorado, era cuestión de tiempo. Todos sabemos que una legislatura no es suficiente casi nunca para consolidar proyectos, por eso debo agradecer al Partido Popular la continuidad de los que en su día, tuve la oportunidad y el gran placer de poder iniciar.
Recientemente el periódico SUNDAY TIMES ha publicado la noticia de que Palma es la mejor ciudad del mundo para vivir. Nosotros ya lo sabíamos, y los que alguna vez vinieron como turistas y se quedaron como residentes en las Islas también. Lo único que nos faltaba es saber “vender” esa realidad aplastante.
Pero los mallorquines (que tenemos muchas cosas buenas), tenemos algunas malísimas, entre ellas nuestra incapacidad para valorar públicamente lo bueno, nuestra incapacidad para enorgullecernos públicamente de vivir en estas Islas, y para los palmesanos, enorgullecernos públicamente repito, de la ciudad que tenemos.
Si los catalanes tuvieran nuestro Puerto, nuestro Paseo Marítimo, nuestra Catedral, y además nuestra Serra de Tramuntana, serían (con todos los respetos), los amos del mundo.
Admiro su capacidad para sacarle partido a cualquier rincón de la ciudad, a llenarlo de vida autorizando tenderetes, música, terrazas, que permiten al turista perderse en una marea de sonidos, de formas, de espacios, que le convierten en una persona anónima para disfrutar de unos días de auténtico relax.
Todo esto viene a cuento de lo que voy a contar a continuación. Que me desmientan si me equivoco por favor, o si la información apareció sesgada.
Hace unos días la televisión catalana, TV 3, se hizo eco de la noticia en las “noticies TV 3”. Mi primera reacción fue la de sonreír, al escuchar a la presentadora mencionar el contenido publicado por SUNDAY TIMES. “Palma de Mallorca, ha sido elegida la mejor ciudad del mundo para vivir”. Pero mi sonrisa duro poco, el tiempo justo de ver aparecer a dos personas de estas Islas (un escritor y un geógrafo), cuyos nombres no reproduciré para no darles una notoriedad que no deseo darles.
A preguntas del periodista de TV 3, contestaban que en realidad Palma no era tal, y pasaban a continuación a describir no sólo algunos de los defectos (según su perspectiva), de la ciudad, sino también a compararla (a peor) con otras ciudades Europeas.
Señores míos: sea verdad o no que Palma adolece de esos defectos, sea verdad o no que otras ciudades puedan ser mejores según ustedes…. ESTO NO SE HACE ¡! Ningún Catalán hubiese jamás tirado por tierra la oportunidad de presumir, enorgullecerse de su ciudad después de una publicación como esa ¡! A quien se le ocurre aprovechar las preguntas de un periodista de la televisión catalana para dar unas clases de perfeccionismo urbanita o de visión cosmopolita? cuando de lo único que se trataba era de aprovechar la ocasión para decir en voz alta de una por todas: SI, PALMA ES LA MEJOR CIUDAD DEL MUNDO PARA VIVIR.
Que pena…