El domingo pasado día 28 de diciembre, día de los Santos Inocentes, leí en un periódico de tirada nacional un artículo de Manuel Vicent que entre otras cosas decía: “No hay viejo que no pueda vivir un año más ni joven que no pueda morir al día siguiente”.
En cuanto lo leí me acordé de la palabra, que debe tener propiedades milagrosas por la importancia que le dan y que emplean los partidos políticos cuando no les son favorables las encuestas, cuando pierden unas elecciones, o sea cuando las cosas no les rulan: regeneración.
No nos olvidemos que el principal objeto social de un partido político es ganar las elecciones, cualquier elección a la que se presente, luego procuraran mejorar la calidad de vida de sus conciudadanos o llegarse los bolsillos, sea un partido u otro así como el principal objeto social de una sociedad mercantil es ganar dinero, independiente de si se dedica a criar caracoles saltimbanquis o a prestar dinero con usura delictiva.
Según la R.A.E. la definición de regenerar, es la de:”Mejorar una cosa gastada o deteriorada, hacer que alguien corrija sus hábitos desviados y/o purificar un producto usado para poder ser reutilizado”.
O sea el significado es el de rehabilitar, restaurar, rehacer, rescatar, reponer, reavivar, recobrar, vindicar, todas ellas palabras que hacen mención a aumentar, acrecentar, renovar, regenerar, modernizar, enriquecer, desarrollar, arreglar, hermosear, embellecer, adornar algo y/o a alguien para volverlo a usar. En cambio cuando en un partido político se habla de regeneración, siempre se habla de echar fuera del cargo al político que ha perdido las elecciones, de buenas o a patadas, para cambiarlo por uno más joven.
Cuando, repito, como se ha visto no es este el significado de la palabra, en cualquier caso debería emplearse el de rejuvenecer, en cambio todos, absolutamente todos los partidos, emplean la otra palabra, ¿por qué será?.
Pero que quede claro que lo que se pretende hacer es cambiar un político, no voy a entrar si bueno o malo, porque da lo mismo en estos casos, de una cierta edad, normalmente mayor de sesenta años, por otro político, sea cual sea su sexo, menor de cuarenta y cinco años y si puede ser más jovencito mejor.
Me pregunto ¿que tendrá que ver la juventud, por si sola, con la política?, ¿es la juventud la panacea de todos los problemas de representatividad?, ¿es un ungüento con características mágicas que gana elecciones?, ¿arregla solo esta condición la falta de conexión entre un partido y la ciudadanía?, ¿la juventud sola sin experiencia, sin conocimientos, sin que el candidato sea conocido por su bien hacer, sirve para algo cara a unas elecciones?, ¿arregla, la juventud por sí sola, los problemas internos y externos que pueda tener un partido?, ¿es mejor un candidato con la sola virtud de su juventud frente a otro mayor?
Dejo la contestación al buen saber de los lectores, ¡no hay que daros lo todo mascado!.
En lugar de dar la contestación voy a dar un pequeño repaso a una serie de gobernantes de países de nuestro entorno político económico que han destacado tanto por su buen hacer como por su edad:
Cuando el 24 de julio de 2014 Shimon Peres, presidente de Israel cesó en sus funciones tenía 90 años.
Giorgio Napolitano nacido en julio de 1925 es un
político italiano,
11º Presidente de la República Italiana desde
2006, y el primero y hasta el momento único en ser reelegido para el cargo en 2013 cuando tenía 89 años.
José Alberto Mujica Cordano, nacido en el año 1935 fue elegido Presidente de Uruguay el año 2009, a la edad de 74 años hasta el año 2014 con 78 años.
Mamoud Abbas, presidente del estado palestino se convierte desde julio 24, 2014 en el presidente de más edad en medio Oriente habiendo cumplido 79.
Además de multitud de monarcas y presidentes alrededor del mundo de más de setenta años, a los que no obligaron a jubilarse obligatoriamente.
Hago votos por la sustitución política stricto sensu de todos aquellos que nos han llevado a la situación política, social y económica actual por personas que hayan demostrado clara y principalmente antes que son honradas.