El Parlament aprobó ayer durante un pleno extraordinario la modificación de la Ley de Normalización Lingüística, a iniciativa de Proposta per les Illes (Pi) para retornar el texto legal a la situación previa a las modificaciones introducidas durante la legislatura pasada a iniciativa del presidente del Govern, José Ramón Bauzá. Además, se admitió la toma en consideración de la modificación de la Ley de la Función Pública para que el catalán vuelva a ser un requisito para acceder a la función pública autonómica y no únicamente un mérito. El Partido Popular y Ciudadanos presentaron enmiendas que fueron rechazadas por el resto de la Cámara y votaron en contra de ambas iniciativas.
La portavoz del Grupo Parlamentario Popular acusó al Govern de querer deshacer todo lo que hizo su formación en la anterior legislatura, cuando lo cierto es –como bien apuntó el líder de El Pi, Jaume Font– que quien se apartó del consenso alcanzado por el PP de Gabriel Cañellas fue el presidente Bauzá. Ahora se vuelve a la situación existente anteriormente.
El PP tenía una ocasión de oro para rectificar en una posición política en materia de lengua que no solo fue errónea, sino que le ha costado una sangría de votos sin ninguna necesidad.
El PP tenía una ocasión de oro para rectificar en una posición política en materia de lengua que no solo fue errónea, sino que le ha costado una sangría de votos sin ninguna necesidad. Muchas de sus actuaciones en este campo constituyeron un despropósito y fueron entendidas por la ciudadanía como una agresión a la lengua propia y una escora excesiva hacia posiciones españolistas, lo que incomodó al sector más regionalista de la formación. Una vez las urnas emitieron su veredicto, los dirigentes del PP han proclamado una y otra vez que ha de hacerse autocrítica y buscar las razones del alejamiento de la ciudadanía. Sin embargo en materia de lengua no se ve ninguna autocrítica y parlamentariamente no ha habido ningún cambio. Siguen instalados en la posición que les llevó a perder miles de votos, en especial en la Part Forana de Mallorca, aunque también en Menorca y Eivissa.
Es una pena que los populares no aprovechasen la oportunidad para corregir el error cometido en la legislatura pasada teniendo en cuenta que de todos modos, la Ley iba a ser modificada con una mayoría de diputados a favor de rectificar la degradación de la lengua propia.