Me quedo con el fuero
sábado 02 de agosto de 2014, 09:17h
Las listas de espera reflejan una clara disminución en las esperas quirúrgicas y un aumento en las consultas al especialista. Nada se ha informado sobre los tiempos de espera para las exploraciones complementarias, salvo el retraso en el acceso a las mamografías. El programa de prevención del cáncer de mama dependiente de la DG de Salud Pública, en este aspecto, por desgracia, hace tiempo que ha dejado de ser noticia.
Una sola espera es un drama. Los listados no son sino ciudadanos que están en cola para ser atendidos de una enfermedad y esto, se mire por donde se mire, siempre es dolor y discapacidad.
La pregunta es si nuestros centros son todo lo eficientes que podrían ser. La duda es si con los medios y recursos disponibles se podrían obtener mejores resultados. A fecha de hoy, en general, no resisten la comparación con las comunidades autónomas más resolutivas.
Me llaman la atención tres aspectos
En primer lugar, que se han necesitado mil días de gobierno para presentar, por primera vez, resultados homogéneos, creíbles, comparables y casi completos. La labor de los actuales responsables del servicio de salud ha devuelto el rigor al organismo autónomo, que por los despropósitos de los gestores anteriores, ha pasado a estar tutelado por Hacienda y función pública. La gestión económica y de personal son los dos instrumentos que mayor autonomía dan a una organización empresarial.
En segundo lugar, que los resultados de las distintas gerencias es muy dispar pero no se aportan indicadores fiables para poder evaluar su eficiencia. Baste decir que a un equipo directivo de área se le conoce como “Ana Rosa”; mucha foto, bastante tontería y poca gestión.
En tercer lugar, me ha sorprendido la vuelta al primer plano del alquimista, el equivalente al cocinitas de las encuestas del Cis. Hoja de cálculo en mano, aporta porcentajes con más decimales que el número pi, y pincha técnicamente en todos los intentos de argumentar y justificar los resultados.
Dicho lo anterior, más que con las cifras –el huevo-, me quedo con las actitudes, -el fuero-. Lo importante es que el servicio de Salud vuelve a tener patrón y el rumbo se ha recuperado. No es poco.