Que la fuerza nos acompañe en 2017

Vaya por delante que no me gusta dramatizar. Creo sinceramente que la actitud con la que encaramos nuestro día a día, la manera de afrontar los problemas y las incesantes pruebas que se nos van presentando a lo largo de nuestra vida, marcan la diferencia. Y por supuesto que todo depende del color del cristal con que tengamos la valentía de mirar. Contamos con la posibilidad de disfrutar de lo bueno, saborearlo cada segundo dejando que nos invadan sentimientos maravillosos; de la misma manera que tenemos la oportunidad de asimilar lo menos bueno, tratando de extraer lo que tiene de aprendizaje, lo que nos ayuda a madurar y a percibir que en la vida no todo permanece inamovible y no dura para siempre.

Espero que este año que dejamos atrás haya resultado positivo para todos. Personalmente, ha sido un período complicado, bastante duro, si bien no podemos dejar de dar gracias porque también nos han ocurrido cosas muy buenas y experiencias de vida que nos hacen continuar creyendo y creciendo como personas y como familia. Se dice que estas fechas están diseñadas para ser disfrutadas especialmente por los más pequeños de la casa. Debería añadirse que, gracias a ellos, todos volvemos a ser niños, volvemos a saborear esas ganas de jugar, de sentir, de reír y de llorar, sin filtros. Rompemos corazas y nos invade una naturalidad que bien podríamos mantener el resto del año. Como si bajar la guardia nos fuera a causar daños irreparables…así de sosos somos los adultos.

No obstante, en ocasiones, cuando vamos cumpliendo años, nos reservamos pequeños espacios en los que nos permitimos seguir manteniendo esa pureza, ese espíritu que compartimos con amigos y con personas realmente especiales y que crean lazos casi mágicos. Aficiones, costumbres y tradiciones varias nos permiten disfrutar de momentos extraordinarios. Algo así ocurre en el caso de la saga cinematográfica Star Wars, todo un universo en el que muchas generaciones, más de las que inicialmente pueden llegar a pensarse, llegamos a encontrarnos y compartimos experiencias únicas. Muchos dicen que no hacen más que repetir la misma historia a lo largo de los diferentes episodios. Pero es que, no lo olvidemos, es la vida misma: el bien y el mal, el yin y el yang, la Fuerza y el Lado Oscuro. ¿¡Cuántas veces conocemos la decisión correcta y elegimos la contraria!? Nada nuevo bajo el sol. Pues bien, nos ha dejado uno de los símbolos de ese universo, Carrie Fisher, nuestra Princesa Leia, esa princesa que nunca necesitó ser rescatada y que, junto a Luke y Han Solo, nos permitieron a todos sentirnos parte de esa resistencia en constante lucha por restablecer la paz en esa galaxia tan lejana. No tuvo una vida sencilla, como tampoco la tuvo el gran cantante y compositor británico George Michael (otro con cuya música seguimos disfrutando, no solo en Navidad) Ejemplos de personas que, aparentemente, lo tenían todo para tener una vida plena y feliz, y una muestra más de lo complejo que, a buen seguro, debe resultar gestionar en lo más íntimo de cada uno, la fama, el poder y el paso del tiempo. Descansen en paz.

Y es que la vida consiste precisamente en esto. Todo camino que empieza, llega algún día a su fin; y de nosotros depende, en mayor o menor medida, cómo queremos completar ese camino. Para los que seguimos inmersos en la aventura, continuemos con toda la ilusión del primer día, porque lo que nunca debe fallar, y ahí tenemos nosotros la última palabra, es la actitud. Por lo demás, para aquellos que han tenido un fantástico 2016, que el 2017 pueda mejorarlo; y para los que esperan ansiosos un nuevo dígito, mis mejores deseos para el nuevo año. Feliz 2017 a todos y…que la Fuerza nos acompañe…siempre.