El Govern ha encargado a la UIB que elabore dos estudios sobre la situación actual de la industria turística balear. Uno de ellos será “Estudio de destinos maduros en el turismo de masas: comparación histórica y propuestas de acción” y otro “Propuesta completa de indicadores de sostenibilidad del turismo en las Islas Baleares”. Se trata de un buen en la buena dirección para conocer de forma rigurosa y científica los posibles problemas que aquejan al turismo, principal motor económico de nuestra comunidad autónoma.
Un día después de que el Ejecutivo presentase la campaña “Benvingut turisme sostenible”, ocho activistas del GOB protestaron ante la Conselleria de Turisme para rechazar la política turística del Govern y la falta de medidas para solucionar la masificación turística que padece Balears. No tuvo que hacerle puñetera gracia a Biel Barceló la performance de los ecologistas, muchos de los cuales votan a su partido como es público y notorio.
Algunos de los que critican al turismo son docentes, la mayoría funcionarios, y están convencidos que el dinero de sus nóminas cae del cielo
Coincidiendo con esto, hemos podido leer críticas a través de las redes sociales contra el turismo y la desestacionalización, donde algunos lamentan que tal desestacionalización solo es llenar de turistas las islas durante más meses al año y no solo durante 120 días. Es obvio que algunos de los que así se expresan no viven -al menos de forma directa- del turismo. Algunos son docentes, la mayoría funcionarios, y están convencidos que el dinero de sus nóminas cae del cielo. Afortunadamente son pocos, pero su mensaje apocalíptico cala entre quienes tienen que convivir con las incomodidades que supone que la isla esté llena de visitantes.
Ahora que les hemos metido la Ecotasa y les vamos a sacar buenos euros para las arcas públicas, tampoco nos va bien y preferimos que vengan menos. No hay quien nos entienda. Al menos el Govern parece actuar con prudencia por una vez y cargando con las críticas del GOB, aborda la cuestión de la saturación con rigor científico y analizando la realidad de la situación antes de tomar medidas que puedan dañar la industria turística, el sustento de miles de familias. Yo pediría a los críticos contra el turismo si contemplan alguna alternativa, porque antes de dañar la industria que permite que Balears crezca económicamente y genere empleo, sería bueno saber a qué otra cosa vamos a dedicarnos. Y eso nunca lo dicen.
