En el artículo de la semana pasada me propuse explicar lo que es la digitalización para la empresa además de concretar algunas de las herramientas para entender mejor el proceso. Esta semana quería seguir hablando sobre cómo entiendo la digitalización y también poner ejemplos de empresas que lo ven de la misma forma y también del reto humano que nos supone convivir con un mundo digital.
Al final las empresas nacen digitales o deben digitalizarse. Centrados en las que deben digitalizarse y siguiendo la definición que propuse en el anterior artículo me gustaría complementar mi forma de ver la digitalización añadiendo que se trata de una forma de entender el mundo y la empresa. Es el cliente, en definitiva, las personas, desde la llegada del smartphone los que hemos decidido adoptar nuevas tecnologías y nuevas formas de relacionarnos. Las empresas que deciden digitalizarse inician un viaje que no tiene puerto de llegada dado que la digitalización no termina en ningún punto concreto porque la tecnología está en constante evolución. En consecuencia, el uso de la tecnología por parte de las personas (los clientes), es lo que origina nuevas tendencias, mercados y por tanto nuevas demandas de productos y servicios. Es importante que el empresario lo pueda entender de esta forma para que sus expectativas sean las adecuadas. Aquella empresa que no disponga dentro de su estrategia empresarial de una “palanca” de transformación digital puedo asegurar que tendrá problemas de viabilidad y de supervivencia en el mercado.
Esta “Actitud Digital” a la que me estoy refiriendo es necesaria para cualquier tipo de empresa o negocio, desde el autónomo a por supuesto la empresa más grande. Un ejemplo cercano que podría contar sería el de una joven pareja que desde Argentina ha decidido instalarse en Palma e iniciar un proyecto empresarial que consta de la elaboración y venta de pan y otros productos artesanales todos realizados con masa madre y procesos de elaboración tradicional (fermentaciones de 30 horas) que hacen que sus panes sean los mejores que he probado en mi vida. Desde su inicio han concebido el proyecto como digital y es un buen ejemplo porque su producto no puede ser más tradicional ¿Qué es lo que han hecho para ser digitales? Básicamente iniciar el negocio y la relación con sus clientes desde las redes sociales, esto les permite comunicar su historia y su visión de lo que hacen y de esta forma han podido empezar su negocio en una nueva ciudad y acceder de una forma rápida y efectiva a sus nuevos clientes. La pareja en cuestión, Cate y Gus, fundadores de UCO BAKERY consiguen gracias al uso de las redes sociales conectar a sus clientes con la comunidad local y con su historia. Entregan los panes a domicilio bajo pedido y lo hacen desde un servicio de entrega en bici. En definitiva, han digitalizado totalmente una parte de su modelo de negocio que es la relación con el cliente. Como asiduo consumidor puedo afirmar que además de la extraordinaria calidad de su pan han conseguido de forma exclusivamente digital hacerme sentir cercano a ellos como si los conociera personalmente gracias a su continua atención y seguimiento de mi satisfacción.
Y es aquí donde quiero terminar el artículo, pero iniciando una reflexión importante, la digitalización es imparable y nos puede traer un progreso definitivo a nuestra sociedad y a la humanidad con el que conseguir un mundo mejor, sostenible y más justo, pero sin que perdamos lo que nos hace humanos y diferentes al resto de los animales y que es la relación social basada en el contacto personal. El reto por tanto es conseguir la digitalización en torno al cliente, pero sin perder de vista que no podemos vivir solo en un mundo digital. Como ya han explicado varios de los neurocientíficos más prestigiosos, la relación social basada en el contacto humano es un factor de protección cerebral, las personas no podremos ser equilibradas y felices en un entorno exclusivamente digital, necesitamos del contacto y apoyo de otras personas principalmente aquellas en las que confiamos. Todo esto sin olvidarnos de la nueva realidad virtual que lleva aparejada la digitalización a la que estamos predestinados y el buen uso de estas tecnologías por parte de nuestros hijos. Por todo ello y en mi opinión SI a la digitalización, PERO sin perder el cariño y el necesario contacto humano que es con el que conseguiremos la verdadera felicidad.