Esta medida se suma a la prisión provisional, comunicada y sin fianza, decretada tras el crimen. Según ha podido confirmar este digital, el acusado de asesinar a su mujer, de 79 años, ha realizado una llamada telefónica a uno de sus vástagos desde la cárcel. Este hecho ha provocado que los hijos hayan solicitado medidas cautelares adicionales.
En respuesta, el juez ha impuesto no solo la prohibición de comunicación, sino también una orden de alejamiento de 500 metros mientras dure la instrucción del caso. Además, la Audiencia Provincial de Palma ha ratificado la prisión provisional, valorando el riesgo de fuga y de reiteración delictiva.
Los hijos del matrimonio habían roto la relación con su padre años atrás debido, según ellos, al trato que éste daba a su madre. El entorno familiar y amistoso de la víctima había observado signos de maltrato físico y psicológico a lo largo del tiempo, si bien no existían denuncias previas ni la víctima estaba registrada en el sistema de protección VioGén.
LOS HECHOS
El pasado 19 de marzo, el presunto autor del crimen disparó a su esposa por la espalda con una escopeta de caza en el domicilio familiar. Posteriormente, intentó quitarse la vida disparándose en el abdomen, pero sobrevivió y fue hospitalizado.
Tras recibir el alta médica, fue detenido y trasladado a prisión. La Guardia Civil, tras las primeras investigaciones, descartó la hipótesis inicial de un suicidio pactado y concluyó que se trató de un asesinato machista.
REPERCUSIONES SOCIALES
Múltiples instituciones de las Islas Baleares guardaron un minuto de silencio para condenar el asesinato machista de su mujer. Asimismo, el Institut Balear de la Dona (IBDONA) activó de inmediato sus recursos de atención psicológica y apoyo para asistir a los familiares de la víctima.