Las actuaciones de los ciudadanos son previsibles. Desde hace mucho tiempo, cuando en las encuestas del CIS se les pregunta sobre los partidos políticos y sobre los propios políticos, más del 90% desaprueban su actuación. Ambos encabezan, de forma destacada, la lista de preocupaciones de los ciudadanos.
Dicho esto, ¿a quién le puede sorprender que la consulta electoral para la UE se haya caracterizado por la abstención, el castigo a los partidos tradicionales y el apoyo a las organizaciones sustentadas por plataformas ciudadanas, incluidas las antisistema?. En este sentido, la respuesta ha sido un ejercicio de extrema coherencia.
Las consecuencias de este nuevo escenario y su influencia sobre el futuro en los países que la integran, no son de fácil interpretación. Invitan a la reflexión, al análisis pausado y a la especulación. El futuro de unos y otros dependerá en gran medida de su capacidad de autocrítica, de sus dotes de adaptación y de la sensibilidad ante la actual situación.
El análisis desagregado de los resultados en el ámbito europeo, nacional y autonómico es muy interesante. En Francia, la socialdemocracia, desde el gobierno, ha recibido un importante batacazo; la extrema derecha ha crecido como la espuma. En la vecina Italia, Mateo Renzo, también socialdemócrata, ha legitimado su gobierno siendo la fuerza mayoritaria y la derecha ha perdido una parte muy significativa de su tradicional base social. En España, los dos partidos mayoritarios se han visto intensamente castigados. A pesar de que el objeto de la consulta era la elección de los parlamentarios nacionales que darán apoyo al nuevo presidente de la UE, las mismas listas de candidatos han recibido un apoyo distinto en cada territorio. Se han producido diferencias de más de 30 puntos entre autonomías para las mismas siglas. ¿Les parece casual la solvencia con la que Alberto Núñez Feijóo y Susana Díaz han superado el examen?. ¿Les sorprende el gatillazo de Sánchez Camacho y Pere Navarro?. Probablemente no.
La suma de mensajes individuales ha sido muy clara. Han ganado las personas que generan confianza; han sido fuertemente respaldadas las actitudes y los líderes regionales que son percibidos como fiables. Las propias plataformas que han centrado sus esfuerzos en generar expectativas de futuro, realistas o no, han sido apoyadas. Las agrupaciones a la vieja usanza, entendidas como estructuras de interés y promoción personal, ajenas a las necesidades de la gente han recibido un duro varapalo.
Solo 1 de los 751 eurodiputados, Rosa Estarás, representará directamente al millón de ciudadanos de Baleares. A través de ella deberán canalizarse las ambiciones, las expectativas y los sueños de nuestra comunidad en el seno de la unión, una organización que engloba a 27 países y 500 millones de habitantes.
Rosa es razonable, trabajadora, noble, entregada, inteligente, leal, sensible y muy eficiente. No albergo ninguna duda que su voz se oirá con claridad en un hemiciclo en el que, en demasiadas ocasiones, por encima de las pláticas, se imponen los susurros y los silencios.