LA PARTICIPACIÓN COMO EJERCICIO
En una situación como la actual, caracterizada por dificultades en el sistema sanitario de naturaleza conceptual, financiera, de reforma, de coparticipación en el coste de la provisión de servicios y en el que se está actualizando la cartera de servicios, sería deseable la máxima participación. La participación de los ciudadanos, de los profesionales, de los agentes sociales, de los entes insulares, en la definición y ordenación de las políticas de salud. Para ello deberían ser consultados de forma habitual con el objetivo de fortalecer la toma de decisiones y aprovechar las sinergias de los distintos sectores y agentes.
Loa agentes sociales deberían ser consultados en la aprobación de disposiciones reglamentarias, informados de la asignación presupuestaria, en los objetivos de salud a incluir en el ya obsoleto plan de salud y en las actuaciones sanitarias a realizar por el ejecutivo en todos sus ámbitos; de las decisiones participadas, saldrían con seguridad fórmulas originales, nuevas iniciativas imaginativas y sensatas que podrían ser incluidas por las autoridades sanitarias en las políticas de salud.
La participación como obligación
En realidad, no solo es conveniente la máxima participación para afrontar un reto tan importante como el actual sino que es lo que recoge literalmente nuestra ley de salud en el capitulo I del titulo segundo y el reglamento que lo desarrolla. Al establecer los órganos de participación, crea el Consejo de Salud de las Baleares como el órgano superior de participación comunitaria y consulta del sistema sanitario público de las Illes Balears, su composición y su régimen de funcionamiento, con el fin de asegurar la participación de los entes territoriales de las Illes Balears, de las organizaciones sindicales y empresariales, los colegios profesionales, la entidades ciudadanas y las asociaciones de consumidores y usuarios.
No me consta, que el Consejo de Salud que se haya reunido en pleno en el último año; y en los últimos cinco, como se suele decir…, una o ninguna.
Esta obligación de consultar las decisiones en materia de salud se olvida con demasiada frecuencia a pesar de ser un requisito legal. Los organismos oficiales disponen de gabinetes de apoyo, coordinadores de libre designación, en definitiva, asesores varios, que además de estar pendientes de ellos y de su situación y de sus intereses, podrían estar pendientes de las causas de interés general y cumplir con su función, la de asesorar, a los distintos cargos políticos para unas mejores actuaciones sanitarias y mas participadas.
LA PARTICIPACIÓN COMO INSTRUMENTO DE MEJORA
En este caso el ejercicio de consulta al Consejo de Salud como órgano consultivo, no solo es un buen ejercicio, y obligado, sino que además, sus recomendaciones serían gratuitas, representativas y con total seguridad muy saludables. Podrían aportar gran parte de la imaginación y del sentido común, que hasta la fecha, y con honrosas excepciones, hemos echado en falta.