Esta circunstancia pone de manifiesto una falta de planificación por parte de la entidad pública Enaire, dependiente del Ministerio de Fomento, viéndose ahora en la situación de que el personal que se incorpora debe pasar por un periodo de instrucción, teniendo en cuenta, además, que la asunción de responsabilidades es progresiva.
El hecho de que para este verano el aeropuerto de Palma pudiera sufrir retrasos por esta circunstancia denota una irresponsabilidad por parte del ente gestor Enaire que tiene la obligación, según se recoge en el artículo 2 de la Ley 9/2010, de 14 de abril, por la que se regula la prestación de servicios de tránsito aéreo, se establecen las obligaciones de los proveedores civiles de dichos servicios y se fijan determinadas condiciones laborales para los controladores civiles de tránsito aéreo, de “garantizar la prestación segura, eficaz, continuada y sostenible económica y financieramente de dichos servicios”.
Preocupa el hecho de que pueda verse comprometida la operativa teniendo en cuenta el menor número de controladores y la falta de experiencia de los que se incorporan y más aún cuando, según recoge una de las noticias publicadas, ENAIRE está ofreciendo el puesto de supervisor, con el 100% del salario, a controladores que sólo llevan seis meses en su puesto cuando el proceso normal es cobrar el salario íntegro al séptimo año de desempeñar su labor, cuando se considera que ya están plenamente formados.
Recordemos que en el proceso judicial finalizado el pasado mes de octubre los controladores abogaban por la seguridad y según parece este requerimiento en materia de seguridad se ha relajado a cambio de la percepción de mayores ingresos económicos.
Si hay algo que un destino como las Islas Baleares en general y Mallorca en particular no puede permitirse bajo ningún concepto es generar incertidumbre y trasladar a nuestros mercados emisores una mala imagen, máxime cuando precisamente una de las fortalezas de nuestras islas es la óptima operativa de unas infraestructuras aeroportuarias que cada año reciben a millones de turistas.
Es por ello que exigimos a Enaire y al Ministerio de Fomento que informe y aporte con urgencia las garantías necesarias para que este verano el aeropuerto de Palma pueda operar con la eficiencia requerida y que se dé un mensaje de tranquilidad al respecto de su planificación y medios.